Sexualidades de los jóvenes, sin anteojeras
*Por Silvia Elizalde. De manera notoria en los últimos quince años, periodo atravesado en nuestro país y en América latina por distintas crisis económicas y políticas, así como por los específicos procesos de respuesta a ellas, las y los jóvenes han sido indiscutidos protagonistas.
Del modo más obvio, como blanco de los discursos sobre el "quiebre moral" y la "pérdida de oportunidades" de progreso y expansión de las sociedades contemporáneas. Pero también, y crecientemente, como sujetos de interpelación política y activos luchadores/as por el ejercicio de derechos, en tanto integrantes de movimientos estudiantiles, de protesta social, de politización de las diferencias de clase, etnia, género y orientación sexual, o de resemantización de los consumos y estilos culturales. En la Argentina estos años han señalado, además, que la recurrente operación mediática de focalizar en ciertas prácticas y perfiles juveniles la crisis de autoridad o la amenaza de caos social viene siendo desafiada por modos emergentes de formulación de la condición juvenil en la cultura.
En ellos, las diferencias de género y sexualidad ocupan un significativo papel como configurador de identidades, prácticas y experiencias juveniles , al tiempo que siguen concitando la atención de los discursos de la industria cultural como objetos de incesante curiosidad, alarma y fascinación por parte del mundo adulto.
Hoy las nuevas generaciones habitan, exploran, resisten y profundizan un marco epocal inédito . No sólo por el entramado normativo que las y los interpela como seres sexuales, sujetos de derechos y destinatarios/as de políticas públicas – de la mano de diversas leyes, como la de Educación Sexual Integral, la de Matrimonio Igualitario, y la inminente discusión sobre una ley de identidad de género- sino por los profundos cambios culturales y políticos que se vienen dando en relación con la formulación de las identidades y prácticas de orden sexual y genérica de las y los jóvenes. Se trata de un mapa complejo, puesto que junto con el aflojamiento de ciertas prescripciones sobre la "normalidad" sexual y los mandatos de género, o la erosión del dogmatismo religioso en las interpretaciones privadas de la moral sexual, persisten entre muchos jóvenes núcleos de sexismo, doble moral y homo/lesbo/trans fobias que hablan de un sustrato reaccionario en vigor.
Se impone hacerse nuevas preguntas. Que no pueden responderse echando mano a discursos tipificadores y estigmatizantes de las identidades sexo-genéricas, ni a aquéllos que actúan ignorando las conquistas de los feminismos y los grupos de diversidad sexual en su rica historia de luchas, algunos de cuyos logros se plasman en la experiencia de mayor libertad en el presente de muchos chicos y chicas.
Hoy, la tarea exige una retórica capaz de explorar las derivas del género y las sexualidades juveniles con otras claves de lectura ; de indagar dialécticamente las experiencias y relatos de mujeres y varones jóvenes con sensibilidad epocal, rigurosidad intelectual y compromiso político. Tal vez sea hora de que l os discursos mediáticos y otras gramáticas del poder amplíen su mirada y registren las transformaciones con responsabilidad ética y conciencia histórica.
*Autora y compiladora de "Jóvenes en cuestión. Configuraciones de género y sexualidad en la cultura" (Biblos, 2011).