Servicio Secreto del Vaticano: ¿misión en Buenos Aires por Papa Francisco?
Se la conoce como la Guardia Suiza Pontificia y tiene a su cuidado la seguridad del Papa, ¿por qué se corre el fuerte rumor de su presencia en la Argentina?
Lo saben pocas personas, y Diario Veloz estuvo presente cuando se habló del tema una de esas madrugadas agobiantes. Lo que parecía una noche de guardia más hizo saltar el disyuntor cuando el diputado Mauricio D´Alessandro contó en un programa televisivo nocturno, una historia casi personal pero allí se pensó que a alguien se le había escapado una situación hasta entonces confidencial.
Le preguntamos a D´Alessandro y nos dijo que hizo una visita con su madre a la calle Membrillar (en Flores, domicilio del entonces Arzobispo) preguntándole a los vecinos del entonces cardenal Jorge Bergoglio y todos coincidieron en afirmar que si habría alguna emergencia familiar, el Papa saldría volando a visitar a sus familiares en Buenos Aires.
El legislador desconocía (al menos eso nos dijo) que justo en el momento que él hizo ese comentario la Guardia Suiza ya estaba desembarcada en el país.
No es una noticia ni oficial ni oficiosa, pero una realidad que en algún momento se presentía podía suceder.
La historia es así. María Elena Bergoglio ("Mariela"), la hermana del cardenal Jorge convertido en el Papa Francisco, viene atravesando problemas de salud de los que lamentablemente pese a ser una mujer aún joven, no parece recuperarse.
Seguro que Francisco tiene una información médica más detallada que nosotros, y en su entorno evaluaron la posibilidad que el Santo Padre se tenga que trasladar de urgencia a la Argentina para estar junto a su hermana convaleciente.
Por más que sea una situación extrema familiar de la cual no está exento ni el sucesor de San Pedro, no deja de ser una complicación la posibilidad de tener que trasladarse de urgencia y eludir los protocolos que emana de su condición de Jefe de Estado vaticano y a la vez líder religioso de más de mil millones de personas.
Y además, el hombre del año, argentino y querido por todos, sean o no católicos.
El Servicio Secreto del Vaticano no puede esperar que se produzca una situación que además es previsible, como es que se desmejore la salud de Mariela, y entonces empieza a trabajar para tener lista una respuesta de emergencia.
Se sabe que Francisco es un hombre en extremo reservado en su vida particular, a tal punto que tiene su equipo de confidentes que en Buenos Aires atienden todos los asuntos que dejó cuando era Arzobispo, para ir a esa elección que lo consagró Santo Padre.
Esos asuntos particulares, Francisco tiene quien los atienda, pero una eventual visita a su hermana lo deberá decidir sobre la marcha y ahí es cuando la Guardia Suiza Pontificia tiene previsto un plan de emergencia.
Lo que pudimos escuchar esa madrugada calurosa, fue que la opción que tendría tomada la inteligencia vaticana es trasladar a "Mariela·" a algún lugar secreto de la provincia de Buenos Aires, posiblemente una quinta o estancia donde se llevarían equipos de emergencia médica.
Francisco se trasladaría a la Argentina en un avión privado, llegaría como un ciudadano más seguramente vestido de civil, y de ahí sin partes de prensa ni comunicados periodísticos, iría a la presencia de "Mariela" aunque escoltado por sus propios custodios vaticanos y fuerzas de seguridad locales.
Imposible que en esa circunstancia pase desapercibido su presencia en la Argentina, pero la idea es hacer el menor barullo posible que pueda alertar de una situación irregular o poco frecuente.
El Servicio Secreto Vaticano es considerado uno de los más eficientes del mundo, y aunque la Guardia Suiza en sí tiene un número aproximado a los 100 efectivos, la realidad es que nadie sabe cuántos agentes están afectados a las tareas de inteligencia en el Vaticano. Pero que saben hacer maniobras de distracción, lo probaron acabadamente en varias ocasiones que el fallecido Juan Pablo II tuvo que burlar vigilancias periodísticas y hasta evadir a los espías de la entonces Rusia soviética.
En todo caso habrá seguramente avisos protocolares entre el Estado Vaticano y la Presidencia de la Nación, pero lo que se quiere evitar son aglomeraciones alrededor de Francisco y menos en torno al lecho de Mariela.
Que miembros de la Guardia Suiza estén planificando posibles planes de contingencia en Buenos Aires, no significa que la emergencia sea inminente.
Pero en esos ámbitos de poder no se deja nada librado al azar.