Sergio Schoklender: "Lo hice con mi propio dinero y no con fondos de la Fundación"
El abogado le respondió, a través de un comunicado, a la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
Sergio Schoklender, quien fuera el apoderado y mandamás de la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo, dejó su cargo tras una pelea, de ribetes escandalosos, con su hermano Pablo, según publicó el portal del diario Clarín. La disputa fue por el manejo financiero de la entidad.
Aquí el comunicado de Sergio Schoklender:
Frente a una serie de versiones periodísticas incorrectas, me veo en la necesidad de informar a la opinión pública sobre la verdad de los acontecimientos. En primer lugar, y con respecto a una supuesta confrontación con la Fundación Madres de Plaza de Mayo, a raíz de mi desvinculación como apoderado de la institución, informo que: Desde ya hace varios meses, se hacía evidente que mi rol como apoderado de la Fundación y responsable de la Misión Sueños Compartidos era incompatible con el desarrollo de mi proyecto personal, por lo cual manifesté la necesidad de desvincularme de la entidad. Finalmente, el 6 de mayo último en la reunión convocada por el Consejo de Administración de la Fundación de las Madres expresé mi decisión de renunciar, pero que no configura un abandono, sino simplemente un alto para intentar nuevas acciones en lo personal, con la absoluta convicción de estar siempre atento a lo que pudiesen demandar de mí. Las Madres manifestaron su "agradecimiento eterno por el empeño, tesón, fidelidad y encomio" que siempre puse en la causa y aceptaron mi renuncia con un "hasta luego". En segundo lugar, y con respecto al supuesto enriquecimiento ilícito que me involucra –conjuntamente con la Fundación- en la compra de una "Mansión en José C .Paz", informo que: La casa en cuestión, lindante con un asentamiento precario de cuatro hectáreas y muy deteriorada y, por lo tanto, devaluada comercialmente, la adquirí hace dos años para impedir el desalojo de 78 familias que vivían en dicho predio. Lo hice con mi propio dinero y no con fondos de la Fundación. Además, decidí ceder la propiedad en comodato a la Subsecretaría de Atención a las Adicciones del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires (se adjunta contrato) para la creación de un centro de tratamiento para jóvenes con problemas de adicción. Jamás viví ni en la casa ni en la quinta mencionada. Todas otras versiones que circulen en los medios son un intento de desprestigiar una vez más la obra de Fundación que, como bien lo expliqué en mi carta de renuncia, es el "proyecto social más ambicioso de los últimos tiempos. Juntos emprendimos y trazamos un camino de Sueños Compartidos con miles de familias, plasmando en realidad la recuperación de decenas de miles de dignidades postergadas, perdidas o negadas".