Sergio Cammaratta: del crimen de José Luis Cabezas a "guardián" de Pinamar

Mientras miles de turistas disfrutan del sol y la playa en el partido de Pinamar, su casa es cuidada por el Servicio Organizado de Seguridad (SOS). Esta empresa de seguridad privada es una de las más importantes del distrito y opera principalmente en Pinamar, Cariló y Valeria del Mar.

La agencia, propiedad de los dueños de la Constructora del Bosque, está a nombre de Silvia Rosana Melgarejo, mujer conocida del ex policía bonaerense Sergio Cammaratta.

Cammaratta fue condenado a prisión perpetua en 2000 por el asesinato del fotógrafo de Noticias, José Luis Cabezas. Sin embargo, en la actualidad, el ex policía recorre el distrito como cualquier vecino, beneficiado por la ley del "dos por uno" y, según pudo reconstruir PERFIL, estaría trabajando en SOS, bregando, paradójicamente, por la seguridad de los habitantes.

"No está por acá. No sé por dónde anda ahora", respondieron desde la agencia cuando PERFIL se comunicó telefónicamente y pidió por el ex oficial.

"Acá, todos los que conocen del tema saben que Cammaratta está detrás, además tiene un estrecho vínculo con Melgarejo", sostiene un concejal de la oposición y recuerda que "ella lo visitaba en la cárcel cuando estuvo preso". "La conozco de toda la vida", reconoció ante este medio Cammaratta.

En enero de 1997, Cabezas fue interceptado por varios hombres que lo llevaron hasta General Madariaga, en donde fue ejecutado de dos tiros en la cabeza. Pese a que fue sentenciado a cadena perpetua, Cammaratta está libre y manejando la seguridad en el partido en donde fue acusado de hacer inteligencia para que se concrete el asesinato de Cabezas.

Aníbal Luna, el otro ex policía de Pinamar y condenado por el asesinato, también está libre y trabajaría con Cammaratta en la misma empresa de Seguridad.

El ex policía vive en la actualidad en la calle Bathurs 974 de Valeria del Mar, allí estaciona su Toyota 4x4 color gris perla y un jeep amarillo. PERFIL lo encontró en la Municipalidad de Pinamar pagando impuestos.

—¿Está trabajando en la central de alarmas SOS?

—Quieren poner, quieren hablar, quieren escribir, haganlo.

—¿Está trabajando allí?

—No, pero a esta altura de mi vida no me preocupa.

—¿Y tiene trabajo?

—No. ¿Vos para quién escribís?

—Para el diario PERFIL.

—¿Y qué querés escribir? ¿A esta altura te parece que tengo que preocuparme por lo que digan? Si les va bien con lo que dicen, sacan rédito con eso, fantástico.

—Nosotros no queremos sacar rédito de nada, queremos saber y contar si usted está trabajando en una agencia de seguridad cuando fue sentenciado por asesinato.

—Nosotros no tenemos una sentencia firme.

—¿Puede caminar tranquilo por la ciudad? ¿Nadie lo recuerda?

—Acá estoy, por qué no.

—Porque está sentenciado por asesinato.

—Sí y qué tiene que ver. Cómo me va a condenar la sociedad si no sabe si fui yo. En todos los casos en los que estuvo la política detrás, ninguno llegó a buen puerto.

—En este caso usted llegó a buen puerto porque ahora está libre.

—¿A vos te parece que estar diez años preso es llegar a buen puerto?

—A mí me parece que debería estar detenido.

—Yo creo que la Justicia debería ser justa y no intervenir como intervino con la intención de buscar un culpable.

—¿Cree que lo va a perjudicar la elevación a juicio oral?

—No, al contrario. Si las cosas se hicieron mal y ahora se hacen bien, cómo me va a perjudicar. ¿A vos te parece que tienen que pasar diez años para que ahora digan que lo que se hizo está mal hecho?

—¿Tiene relación con Luna?

—Sí. La misma relación que tuve siempre.

—¿También trabaja en la agencia de Seguridad SOS?

—Nada que ver.

—¿A Silvia Melgarejo la conoce?

—La conozco de toda la vida.

—¿Cómo hace para tener una 4x4 y un jeep si no tiene trabajo?

—Primero tuve otro auto, fui y la compré.

—Pero si no trabaja, ¿cómo la pagó?

—Saqué un crédito.

—¿Con qué dinero lo paga?

—Y quién dice que es mía.

—Pero usted me acaba de decir que sacó un crédito para pagarla.

—No le va a sacar a la patente.

La advertencia de Cammaratta a la fotógrafa de PERFIL la hizo antes de subirse a la camioneta y continuar su recorrido con la impunidad con la que acostumbra a manejarse por un territorio que lo contiene.

El intendente Altieri no tiene nada para decir

"No tengo que decir ni desdecir nada. No tengo nada para agregar", respondió el intendente de Pinamar, Blas Altieri, a través de su vocero, ante la consulta de PERFIL sobre la participación de Sergio Cammaratta en una agencia de seguridad privada de esa ciudad balnearia.

El jefe comunal de Pinamar gobernó el distrito durante 16 años y era intendente cuando asesinaron a José Luis Cabezas. Tenía sólidos vínculos con Alfredo Yabrán y el año pasado volvió al gobierno del balneario.

"Yabrán es un empresario que invierte en Pinamar. Vecino de muchísimos años. Ha venido a saludarme como intendente, nos hemos visto muchas veces, por amistad y por vecindad, y la comunidad lo sigue respetando", había declarado Altieri, después de que asesinaron a Cabezas.

En aquel momento, el intendente era señalado como uno de los hombres del círculo íntimo del empresario, a quien el fotógrafo de Noticias retrató en la playa por primera vez.

El intendente en aquel entonces tenía un fuerte vínculo, ya que Yabrán se había convertido en el principal inversor de su distrito y tenía proyectos para el futuro.

Pinamar se convertía en los 90 en la ciudad del jet set y de la política. Sus playas se convirtieron, desde entonces, en el lugar de veraneo preferido de los poderosos.