¿Será el asesino? El testimonio de Hugo Bermúdez, el principal acusado por la muerte de Candela
"Chiche" Gelblung visitó la cárcel para entrevistar a Hugo Bermúdez, quien está sindicado como el asesino de la nena de Hurlingham.
Luego de conocerse la misteriosa muerte del testigo Roberto Aníbal, la causa judicial sobre la muerte de Candela Rodríguez parece estar a la deriva, con testimonios "truchos" y una intrincada participación de la policía, "Chiche" Gelblung tuvo la posibilidad de entrevistar a Hugo Bermúdez, sindicado como el autor material de la muerte de la nena de Hurlingham, que niega totalmente su imputación con este trágico caso.
En ese sentido, Bermúdez trató de explicar a qué se dedicaba: "No me dedico a la transa. Tenía un camión, después vendí autos y fui transportista. Yo junto plata haciendo fletes, vendiendo cosas". A su vez, comentó de quién era el vehículo que habría sido usado para trasladar a Candela: "La camioneta es de mi señora y yo la trabajo. Ella también trabaja".
También contó cuáles eran sus antecedentes: "Estuve preso hace seis años por una causa del robo de un camión, estuve adentro once meses, pero no estoy condenado".
Pero lo interesante llegó cuando narró cómo fue su detención: "A mí me encontraron en mi casa. Llegó un muchacho de gorrita a la una y pico de la mañana y dijo 'policía'. Me subí arriba del techo y enfrente había un auto con tres tipos adentro. El policía dijo que tenía una orden de comparendo sobre mí. Luego me miró y me dijo '¡vos quién sos?' y yo le dije cualquier nombre. El policía me dijo bajá y yo le dije que hasta que no viniera la policía no bajaba. Cuando llegó todo el operativo, bajé del techo, aunque no me esposaron. Me subieron al auto y ahí cambió toda la historia. En el juzgado recién al otro día me comunican que estaba demorado por el asesinato de Candela".
Sobre este punto, Bermúdez dio su punto de vista de por qué fue involucrado en este caso: "A mí me metieron preso porque tengo antecedentes y ellos sabían que yo era del barrio y no le pagué más a la policía, porque yo le pagaba para que no me llevaran detenido. Yo tuve una causa en Capital Federal y estaba con un pedido de captura, pero yo salí absuelto de culpa y cargo por el robo de una camioneta. La policía me corría para sacarme plata. Me pedían dos mil pesos para no capturarme. Llegó un día en que quedé absuelto y un domingo al mediodía me corre un patrullero, me paró y me pidieron la plata, y yo le dije que les pagué por el tiempo que tenía la captura, pero ya estaba libre".
"Estas manos jamás tocaron a Candela, ni mis ojos la vieron. Yo quiero que usted se vaya de acá como todos los que se fueron de acá convencidos que no tengo nada que ver", cerró.