Separaron al sacerdote que creó la "Policía infantil"

El capellán que llevó adelante la polémica iniciativa de crear una "Policía infantil" fue separado hoy de su cargo y pasado a disponibilidad por el ministro de Gobierno provincial, Héctor Castro.

Las actividades que el capellán policial desarrollaba cada semana con chicos de esta provincia de entre 9 y 14 años, en una suerte de "fuerza del orden infantil", habían generado una enorme polémica que tomó alcance nacional y motivó fuertes críticas de parte de funcionarios chubutenses.

Finalmente, esta tarde el ministro Héctor Castro informó que "se ha tomado la decisión de pasar a disponibilidad como Capellán de la Policía en Esquel al padre Adrián Alberto Mari".

Castro indicó que el sacerdote "no contaba con ningún aval de ningún organismo oficial para realizar este adoctrinamiento policial a menores en la ciudad de Esquel por lo que se tomó esta decisión y además hay en marcha una investigación".

El ministro confirmó que autoridades de la fuerza policial encabezadas por el comisario mayor Jorge Enrique Gutiérrez, titular de Asuntos Internos, viajaron a Esquel para "iniciar esta investigación".

Recalcó que la actividad que el sacerdote llevaba adelante "respondía a una propuesta del padre", pero aclaró que no existió "aval oficial por parte de ningún organismo del Gobierno de la Provincia del Chubut".

"Es para que saquen al policía que hay en su interior", había dicho el sacerdote al justificar su iniciativa.

El ahora ex capellán policial había asegurado que le daba "pena" que se generara tanta "polémica", al tiempo que señaló que sería "una lástima" que suspendieran estas acciones.

Las actividades las desarrollan todos los sábados por la tarde en el Casino de Suboficiales de la Policía provincial, 45 chicos y chicas de entre 9 y 14 años, dirigidos por el padre Adrián Mari, también responsable de la Pastoral Juvenil.

El cura definió a esas actividades como "un espacio para que los chicos reflexionen sobre la vocación policial", y señaló –en declaraciones a la prensa- que en esos encuentros se hacen "juegos" y entre ellos hay algunos en los cuales los pequeños usan chalecos antibalas como los usados por los integrantes de la fuerza.

"Quisimos generar un espacio más sistemático donde los chicos se puedan encontrar con los policías. Es un proyecto nuevo. Tenemos juegos, y en un momento usamos chalecos, pero como parte de un juego", dijo el capellán en diálogo con un canal de TV por cable.

El subsecretario de Derechos Humanos de la provincia, Juan Arcuri, se había mostrado sorprendido por estas actividades y adelantó que ayer habló "con el subjefe de la Policía", quien le dijo que "iba a tomar medidas con este asunto".

"Me dijo que no le parecía adecuada este tipo de capacitación", señaló con respecto a lo que le comentó el subjefe policial.

Además, el funcionario sostuvo con respecto a estas actividades: "Transgreden las normas de la Provincia. Chubut tiene leyes que hacen a la infancia y a la adolescencia que son de avanzada, y este tipo de actividades las transgreden".

Remarcó también que se trata de "una iniciativa personal del capellán de la Policía de la Unidad Regional de Esquel", y enseguida agregó: "En Chubut, estas actividades no tienen ningún tipo de cobertura institucional de parte de la provincia".

Según destacó la prensa local, en agosto pasado se iniciaron las charlas y talleres de la Policía Infantil, integrada por hijos de policías, militares y vecinos.

El padre Mari dijo en declaraciones al diario Jornada que cada sábado policías en actividad "pasan a saludar a los chicos y comparten con el uniformado, porque la idea es que en la calle saluden al policía y le regalen, por ejemplo, un alfajor por el servicio que prestan".

"En realidad los chicos comparten el uniforme entero aunque no es un problema porque se les explica que así como el maestro tiene su uniforme y el albañil tiene su uniforme, el policía también", destacó.