Sepa el pueblo elegir
*Por Angel Ghirardi. Estamos en vísperas de elegir a los precandidatos que luego del 22 de mayo pujarán por ser elegidos para regir los destinos de nuestras comunas, ciudades y provincia.
Creo conveniente efectuar entonces algunas reflexiones sobre los valores básicos que deberíamos tener los votantes a la hora de sufragar.
1 La credibilidad del candidato: hoy la trayectoria pública del postulante, gracias a los medios de comunicación, es más fácil de verificar. Por ello, es un elemento fundamental tener en cuenta el apego a decir la verdad, a la honradez política, intelectual y cívica detentada por quien aspira a un cargo electivo. Quien no reúna este requisito sin dudas no velará adecuadamente por las necesidades de los gobernados.
2 La aptitud para trabajar en equipo: un líder personalista, en cualquier actividad que sea, que no comparta su gestión con sus colaboradores, que no sepa trabajar en equipo, que no traslade sus conocimientos, será el artífice de su propio fracaso y con él, arrastrará a quienes le confiaron sus destinos. Como lo ha dicho recientemente la ensayista y escritora Beatriz Sarlo en un reportaje televisivo, Perón, al igual que Yrigoyen, fue un gran líder, pero al no reunir ése requisito, al fallecer, dejó al país con bastantes dificultades. Cabe remarcar, que no estamos en desacuerdo con elegir a un dirigente con una personalidad extraordinaria, lo esencial es que sepa compartir las responsabilidades con sus colaboradores.
3 El conocimiento de la realidad: es una verdad de Perogrullo que "la única verdad es la realidad", de allí que no se concibe a un candidato que no conozca a fondo el lugar físico y social que pretende gobernar. No basta con "caminar" la ciudad o la provincia, lo cual es tan solo un requisito básico; el futuro funcionario debe ser conocido cabalmente por los votantes, tanto por los medios audiovisuales como por tener en lo posible un trato personal con la mayoría de ellos. Es indispensable que el postulante tenga en claro sobre el terreno cuáles son las estructuras y servicios, los proyectos en gestión, las carencias del lugar y, especialmente, los recursos humanos y económicos con los que cuenta para llevar adelante su proyecto de gobierno.
4 Un buen administrador: nuestra provincia en todos sus estamentos políticos y económicos, de modo especial, vive un proceso de desarrollo sostenible (1), el cual debe ser continuado y optimizado. Frente a ello deviene necesario que el precandidato que se vote, además de la honradez, debe haber detentado un manejo austero y eficiente de sus finanzas privadas y de las públicas, en caso de que antes haya ocupado cargos públicos. Sin generación de mayores riquezas ni ahorro, no hay posibilidad de planificar nuevas inversiones públicas. Sólo la optimización de los recursos públicos harán posible la construcción de nuevas viviendas, hospitales, centros de salud, escuelas, calles, rutas, vías ferreas, vías navegables por barcazas, etcétera. Los argentinos en general y los santafesinos en particular, no queremos volver más a tener un estado ineficientemente y endeudado, que permanentemente gastaba a cuenta.
5 El equilibrio del mediador: estamos asistiendo a una situación política de crispación, por ello, teniendo en claro este pésimo ejemplo relacional, deberíamos apostar al precandidato que posea las mejores dotes de componedor, de afecto por el diálogo y no a la confrontación; toda vez que nunca estaremos solos: la provincia tiene que tener bien aceitadas las relaciones con el gobierno nacional para que éste le brinde en término un importante ingreso como es el de la coparticipación federal, a su vez las comunas y municipios lo deben tener con el gobierno provincial por idénticas razones. El desarrollo de políticas regionales y/o internacionales que ya se están generando en la provincia, necesitan de interlocutores válidos para vincularse eficazmente con los funcionarios nacionales e internacionales. Un postulante sin esta condición de sano equilibrio puede condenarnos al fracaso en nuestras genuinas expectativas de ser la mejor provincia del país en todos sus aspectos.
La participación ciudadana en la política es fundamental para el mantenimiento y perfeccionamiento del sistema y de las instituciones democráticas, por ello el voto debe ser ponderado en su justo valor, puesto que de él va depender la calidad del futuro gobierno electo.
Una vez más asistiremos el próximo 22 de mayo a un nuevo desafío para elegir a la clase dirigente que, a la postre si es electa, va llevar adelante la ejecución de nuestros sueños y anhelos como comunidad organizada de un país libre, como parte integrante de una Argentina que aspira a ser más inclusiva en lo social, más justa en lo económico, más superadora en lo político, con plena seguridad física y jurídica.
La herramienta para que ello suceda de la mejor manera y calidad posible, está en nuestras manos. Sepa el pueblo elegir bien.