Sentirse seguro no es estarlo
En estos días convulsionados por las elecciones, un candidato abogó por la libre circulación de las armas, o sea que, que el que desee tenga libre acceso a las mismas. Para ellos, va esta nota.
El candidato con ciertas y reales chances de ganar el ballotage es el excéntrico y particular Javier Milei, el libertario que respaldó la posibilidad de que cada ciudadano pueda armarse. Justifica su postura recitando a modo de mantra: “Como seguidor de Gary Becker (economista estadounidense) y adherente a su teoría y a la evidencia empírica, cuando a una actividad le bajas el costo y aumenta el beneficio, esa actividad se expande. Cuando prohibís el uso de armas, los delincuentes por más que se lo prohíban la usan igual. Aumentan los beneficios esperados y hay más delincuencia”.
Tan poco cierto y comprobable es esto, que lo sintetizo con un ejemplo: el delincuente SIEMPRE actúa por sorpresa, esto es que la víctima nunca espera ser atacada o violentada, con lo cual, la acción siempre será más rápida que la reacción. El atacante, no teme morir, y en su intención de llevarse lo que quiere, matará a su víctima ante cualquier reacción. Con lo cual, el más avezado de los tiradores, por más experto que sea, de ser sorprendido está en inferioridad y cualquier defensa puede ser fatal.
Para seguir con la propuesta, el candidato libertario afirmó en una entrevista televisiva que en EEUU, en “aquellos Estados que tienen libre portación de armas, le guste o no a la progresía, tienen muchos menos delitos (que) donde vos tenés obligados a estar indefensos a los honestos”.
Esta afirmación también es mentira, la discusión sobre lo que ocurre cuando las sociedades se arman es larga y compleja porque existe un debate entre el derecho a poseer un arma y los problemas que puede ocasionar que los civiles tengan, porten y usen armas en relación con el aumento de la violencia y de las muertes que eso conlleva.
Los datos dicen esto: EEUU, país que cuenta con múltiples estados que son más permisivos para la libre portación de armas y que registró en 2022 el segundo año con más muertos en tiroteos en escuelas e institutos en todo el país.
La Dra. Alejandra Otamendi, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Conicet y especializada en temas de armas, indicó que según los estudios que hay sobre el tema, “a mayor cantidad de armas de fuego en la sociedad civil, mayor cantidad de muertes con armas de fuego, tanto por homicidios como por femicidios, suicidios y accidentes con armas de fuego”, todo lo contrario de lo que dice Milei.
La evidencia más sólida sobre el tema demuestra en un estudio publicado en la revista Journal of Empirical Legal Studies que estimó que los delitos violentos aumentaron entre un 13% y un 15% debido a la adopción de leyes que permiten la posesión oculta de armas. Muchos especialistas consultados por el mismo medio, apuntan a que este es uno de los últimos trabajos metodológicamente más sólidos sobre el tema y los datos presentados socavan uniformemente la hipótesis de que “más armas” significa “menos delincuencia”.
Con lo cual la propuesta del libre uso de armas, termina con la inseguridad es falso. SENTIRSE SEGURO, NO ES ESTARLO…
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