Semana mundial de la lactancia materna
Si bien se trata de un tema muy escuchado y es sabido que la lactancia materna es la mejor manera de proporcionar al recién nacido los nutrientes que necesita para un crecimiento saludable
Por Pablito Martín
@PablitoCocina
Buenas y salsas gente linda, continuamos en el camino de la alimentación sana y consciente. Del 1 al 7 de agosto es celebrada en más de 170 países la Semana Mundial de la Lactancia Materna.
Si bien se trata de un tema muy escuchado y es sabido que la lactancia materna es la mejor manera de proporcionar al recién nacido los nutrientes que necesita para un crecimiento saludable, muchas veces se le resta importancia. Es imperioso recordar y fomentar el valioso acto que es amamantar; este modo único e irremplazable en que la mamá brinda a su hijo su primer y principal alimento, su protección, cuidado y amor para un crecimiento con salud y en armonía.
La Organización mundial de la salud (OMS) recomienda y fomenta activamente la lactancia materna, en forma exclusiva durante los seis primeros meses de vida y luego como acompañamiento hasta los dos años o más, fundándose en los inmensos beneficios que esta proporciona a los bebés.
Como siempre hago referencia a la frase de Hipócrates: 'Somos lo que comemos', en este caso, somos responsables del alimento que le estamos brindando al nuevo ser.
¿Y por qué la leche materna es el mejor alimento para los bebés? Es muy simple: porque está especialmente diseñada para ellos y acompaña las necesidades de su crecimiento, adaptándose en cada etapa de la lactancia. Posee los anticuerpos que protegen la salud del bebé de enfermedades comunes y peligrosas como la diarrea o la neumonía, previene la malnutrición, evita deficiencias en el crecimiento y es más fácil de digerir. Además tiene las cantidades adecuadas de carbohidratos, proteínas y grasa, y proporciona las proteínas digestivas, minerales, vitaminas y hormonas que los bebés necesitan.
Un bebé amamantado es menos propenso a enfermarse, tendrá menos alergias, infecciones del oído, gases, diarrea y estreñimiento, enfermedades respiratorias (como neumonía y bronquiolitis), enfermedades de la piel (tales como eczemas), infecciones estomacales o intestinales, y puede además desarrollar un menor riesgo de padecer diabetes, obesidad, o síndrome de muerte súbita, entre otras.
Pasados los seis meses, la OMS recomienda la incorporación de nuevos alimentos, en forma gradual y adecuada a la capacidad del bebé para digerirla y asimilarla correctamente. La alimentación suele iniciarse con papillas, que deben ofrecerse con cuchara y no dentro de una mamadera, y pueden estar preparadas especialmente para el bebé, o ser parte de la alimentación familiar, con ciertas adaptaciones o restricciones.
Si la alimentación de la familia es una alimentación consciente, los hábitos alimenticios para el bebé van a ser tan naturales como respirar, y le estaremos brindando en ella una calidad de vida saludable basada en el amor y respeto.
Sin importar que el bebé reciba ya alimentos sólidos, la leche materna es un excelente complemento, que sigue protegiéndolo y brindándole contención, seguridad y consuelo.
Siempre que la mamá tenga la posibilidad de amamantar a su bebé, ésta será sin duda la mejor opción para él. Desde el primer día y para siempre, nada mejor para nuestra salud que un alimento natural.
Espero que a partir de ahora tengan en cuenta estos datos. Sigan proponiendo ideas en @PablitoCocina así juntos investigamos y aprendemos. Para mayor información www.pablitomartin.com.ar o en cualquiera de mis libros. Y recuerden que "somos lo que comemos, y lo que hacemos". ¡Hasta la próxima!
Pablito Martín. Chef - Periodista.
:: Leche de Almendras
INGREDIENTES (1 porción)
Almendras: 15 unidades
Agua: 1 vaso
Stevia o azúcar integral: C/N
PROCEDIMIENTO
Activá las almendras en el agua durante 12 horas (ponelas en un frasco de vidrio y llavalas a la heladera). Filtralas y licualas junto al vaso de agua y la unas gotas de stevia o azúcar.
Si querés la podés colar y si no tomate todo que es más nutritivo.
Tratá de no calentarla mucho (no más de 45°) porque si no se pierde gran parte de sus nutrientes.
Pablito Martín. Chef - Periodista.