Segundo en la carrera, pero primero en honradez
Un atleta que estaba a punto de ganar una carrera, decidió desviarse para dejarle el lugar a su rival, que se había equivocado de pista.
Dicen que los corredores y maratonistas, carrera a carrera buscan superarse y ganarse a sí mismos. Este es uno de los casos. El iba a ganar, pero decidió desviarse para no ganarle a su rival que se había equivocado de pista.
Iván Fernández Anaya, un joven atleta de 24 años, se negó a ganar el cross de Burlada, en Navarra, cuando él iba segundo y observó que quien iba primero, el keniata y medallista de Londres Abel Mutai, se equivocó la línea de la meta y se fue de pista.
"No merecía ganarlo. Hice lo que tenía que hacer", dijo Anaya muy modestamente, quien podría haber aprovechado la situación y el error de su contrincante para salir primero.
"Él era el justo vencedor. Me sacaba una distancia que ya no podía haber superado si no se equivoca. Desde que vi que se paraba sabía que no iba a pasarle", agregó.
Cuando el corredor que iba primero se desvió, Anaya hizo lo mismo y lo hizo volver al eje.
"Un gesto de los que ya no se hacen. Mejor dicho, un gesto de los que nunca se han hecho. Un gesto que yo mismo no habría tenido. Yo sí que me habría aprovechado para ganar", dijo su entrenadora Victoria Fiz.
"El gesto le ha hecho ser mejor persona pero no mejor atleta. Ha desaprovechado una ocasión. Ganar te hace siempre más atleta. Se sale siempre a ganar. Hay que salir a ganar", agregó luego.
Anaya se entrena a diario en el Prado y según sus entrenadores, está a un paso de entrar en la elit española. "Le falta saber superar la presión, que es lo que diferencia a los campeones. Si no, habría estado en el reciente Europeo", reiteró su entrenadora.
"Ha dado más nombre haber hecho lo que hice que si hubiera ganado. Y eso es muy importante, porque hoy en día, tal como están las cosas en todos los ambientes, en el fútbol, en la sociedad, en la política, donde parece que todo vale, un gesto de honradez viene muy bien", concluyó el atleta.