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Cómo estuvo la "city" porteña en el segundo día del cepo cambiario
Al igual que ayer, por las calles del microcentro circularon con una frecuencia inusitada camiones de caudales.
A diferencia con el día de ayer, hoy la jornada bancaria se desarrolló en un clima de tranquilidad. Si bien continuaron las filas de clientes para el retiro de ahorros en dólares, no hubo tanta gente como ayer y, la ansiedad ante la incertidumbre económica pareciera haber disminuído.
"Ayer la cola llegaba a la Pirámide de Mayo. Ahora hay bastante gente porque es la hora del almuerzo, pero a la mañana estuvo muy tranquilo", dijo a LA NACION Nancy, la mujer encargada de entregar los números para las cajas en la sede central del Banco Nación, ubicada a pasos de la Casa Rosada. La menor demanda del público permitió, de hecho, anticipó que el banco cerrara en el horario habitual, pese a la resolución del Banco Central que habilitó la posibilidad de mantener las puertas abiertas hasta las 17.
Más allá del clima de mayor tranquilidad, la operación más realizada hoy fue una estrictamente vinculada con la desconfianza generalizada en las últimas semanas: los clientes se acercan a los bancos, sobre todo, para retirar sus ahorros en dólares o acceder a cajas de seguridad. De todos modos, los trámites habituales también continúan su curso, más aún en una semana a la que muchas personas recibieron la acreditación de su sueldo o el haber jubilatorio del mes.
Al igual que ayer, por las calles del microcentro circularon con una frecuencia inusitada camiones de caudales, fundamentalmente de las tres empresas que dominan el mercado local: Prosegur, Brinks y Loomis. Es que para poder responder al aumento de la demanda de los ahorristas que desde la semana pasada decidieron retirar sus ahorros del banco fue necesario aumentar la cantidad de billetes en las sucursales.
Si bien en los últimos días aumentó la cantidad de gente que circula por la calle con dinero, en la comisaría 1°, ubicada en Lavalle y San Martín, en pleno centro porteño, dijeron informalmente a este diario que no hubo eventos atípicos ni se registró un aumento de delitos.
El Banco Central anunció el domingo pasado que "las entidades podrán mantener abiertas sus sucursales hasta las 17 para atender las necesidades de los clientes durante el mes de septiembre". Ayer el sindicato de bancarios emitió un comunicado en el que aclaró que la extensión de dos horas en la atención al público es una decisión "optativa" y "solo, de ser necesaria, durante el lapso de una semana".
En una recorrida por distintas entidades bancarias de la city porteña, se advirtió una situación muy heterogénea. El Banco Nación, que ayer abrió hasta las 17, había decidido hoy retomar su horario habitual y en las sedes consultadas del banco Superville y el Macro planeaban cerrar a las 15, del mismo modo que el lunes.
En el banco BBVA, Hipotecario, Galicia, Credicoop, HSBC, Santander y Patagonia la respuesta fue que mantendrían abierto, al igual que ayer, hasta las 17. "Solo para extracción en las cajas", aclararon en algunos casos.
La decisión se toma "día a día" y la mayoría de los empleados se enteran sobre la hora. Según las fuentes consultadas por LA NACION, seguirá siendo así al menos durante los próximos días. Los horarios de las sucursales acompañarán las necesidades de los clientes.
De todos modos, en una sucursal del banco Patagonia ubicada sobre la calle Corrientes señalaron que en las dos horas extra de atención que brindaron ayer, ingresaron solo cinco clientes. "Para mí que la gente no sabe que está abierto. Hoy, si es que se corrió la bola, tal vez vengan más", confió la guarda de seguridad.
Pasado el mediodía, los "arbolitos" de la calle Florida ofrecían dólares a $63. "Mirá que es un buen número", tentó uno. "Ayer se vendían a no menos de $66, $67". En las casas de cambio formales, el flujo de clientes era normal, según los empleados consultados. "Ayer sí hubo bastante movimiento después de las 14, cuando se vio claro el descenso del valor. Hoy ya estamos operando con normalidad", dijo Paola, encargada de una casa de cambio ubicada frente a la Plaza San Martín.
"Ayer la cola llegaba a la Pirámide de Mayo. Ahora hay bastante gente porque es la hora del almuerzo, pero a la mañana estuvo muy tranquilo", dijo a LA NACION Nancy, la mujer encargada de entregar los números para las cajas en la sede central del Banco Nación, ubicada a pasos de la Casa Rosada. La menor demanda del público permitió, de hecho, anticipó que el banco cerrara en el horario habitual, pese a la resolución del Banco Central que habilitó la posibilidad de mantener las puertas abiertas hasta las 17.
Más allá del clima de mayor tranquilidad, la operación más realizada hoy fue una estrictamente vinculada con la desconfianza generalizada en las últimas semanas: los clientes se acercan a los bancos, sobre todo, para retirar sus ahorros en dólares o acceder a cajas de seguridad. De todos modos, los trámites habituales también continúan su curso, más aún en una semana a la que muchas personas recibieron la acreditación de su sueldo o el haber jubilatorio del mes.
Al igual que ayer, por las calles del microcentro circularon con una frecuencia inusitada camiones de caudales, fundamentalmente de las tres empresas que dominan el mercado local: Prosegur, Brinks y Loomis. Es que para poder responder al aumento de la demanda de los ahorristas que desde la semana pasada decidieron retirar sus ahorros del banco fue necesario aumentar la cantidad de billetes en las sucursales.
Si bien en los últimos días aumentó la cantidad de gente que circula por la calle con dinero, en la comisaría 1°, ubicada en Lavalle y San Martín, en pleno centro porteño, dijeron informalmente a este diario que no hubo eventos atípicos ni se registró un aumento de delitos.
El Banco Central anunció el domingo pasado que "las entidades podrán mantener abiertas sus sucursales hasta las 17 para atender las necesidades de los clientes durante el mes de septiembre". Ayer el sindicato de bancarios emitió un comunicado en el que aclaró que la extensión de dos horas en la atención al público es una decisión "optativa" y "solo, de ser necesaria, durante el lapso de una semana".
En una recorrida por distintas entidades bancarias de la city porteña, se advirtió una situación muy heterogénea. El Banco Nación, que ayer abrió hasta las 17, había decidido hoy retomar su horario habitual y en las sedes consultadas del banco Superville y el Macro planeaban cerrar a las 15, del mismo modo que el lunes.
En el banco BBVA, Hipotecario, Galicia, Credicoop, HSBC, Santander y Patagonia la respuesta fue que mantendrían abierto, al igual que ayer, hasta las 17. "Solo para extracción en las cajas", aclararon en algunos casos.
La decisión se toma "día a día" y la mayoría de los empleados se enteran sobre la hora. Según las fuentes consultadas por LA NACION, seguirá siendo así al menos durante los próximos días. Los horarios de las sucursales acompañarán las necesidades de los clientes.
De todos modos, en una sucursal del banco Patagonia ubicada sobre la calle Corrientes señalaron que en las dos horas extra de atención que brindaron ayer, ingresaron solo cinco clientes. "Para mí que la gente no sabe que está abierto. Hoy, si es que se corrió la bola, tal vez vengan más", confió la guarda de seguridad.
Pasado el mediodía, los "arbolitos" de la calle Florida ofrecían dólares a $63. "Mirá que es un buen número", tentó uno. "Ayer se vendían a no menos de $66, $67". En las casas de cambio formales, el flujo de clientes era normal, según los empleados consultados. "Ayer sí hubo bastante movimiento después de las 14, cuando se vio claro el descenso del valor. Hoy ya estamos operando con normalidad", dijo Paola, encargada de una casa de cambio ubicada frente a la Plaza San Martín.
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