Secuestraron al hijo de un joyero y asaltaron el local
El joven secuestrado fue obligado por los asaltantes a conducirlos a la joyería de su padre.
El hijo del propietario de una conocida joyería fue secuestrado durante cuatro horas por delincuentes que luego asaltaron el local de su padre, en el barrio porteño de Recoleta, y finalmente lo liberaron en la zona de Villa Lugano, sin conseguir cobrar un rescate.
El hecho se inició poco después de las 22:00 de anoche y tuvo como víctima a Juan Ignacio Pereyra, hijo del dueño de la joyería "Homero", quien fue abordado por los asaltantes cuando transitaba por Bonifacio al 1.400, en Parque Chacabuco, a bordo de su auto Audi, de modelo reciente.
Pereyra fue obligado por los asaltantes a conducirlos a la joyería de su padre, en Rodríguez Peña al 2000, en inmediaciones del shopping Patio Bullrich, con la intención de cometer un atraco en el local.
Sin embargo, como a la víctima le faltaba una de las llaves para completar el acceso a la caja fuerte del local, los delincuentes sólo pudieron robar dos mil euros y 700 euros.
Fue entonces cuando los delincuentes llamaron a la familia del cautivo para negociar un rescate por su liberación.
Los familiares del joven llamaron a la Policía Federal e intervino de inmediato en el caso la División Antisecuestros.
Finalmente, al notar que el secuestro se complicaba y al cabo de unas cuatro horas de recorrer distintos puntos de la ciudad, los delincuentes optaron por liberar al secuestrado, en Unanue y Saladillo, en Villa Lugano, a pocos metros de la intersección de las autopistas Ricchieri y General Paz.
A Pereyra, quien no habría sido maltratado aunque si amenazado de muerte varias veces durante el secuestro, los delincuentes lo despojaron de su automóvil, de los mil pesos en efectivo que llevaba encima y otras pertenencias.
El hecho se inició poco después de las 22:00 de anoche y tuvo como víctima a Juan Ignacio Pereyra, hijo del dueño de la joyería "Homero", quien fue abordado por los asaltantes cuando transitaba por Bonifacio al 1.400, en Parque Chacabuco, a bordo de su auto Audi, de modelo reciente.
Pereyra fue obligado por los asaltantes a conducirlos a la joyería de su padre, en Rodríguez Peña al 2000, en inmediaciones del shopping Patio Bullrich, con la intención de cometer un atraco en el local.
Sin embargo, como a la víctima le faltaba una de las llaves para completar el acceso a la caja fuerte del local, los delincuentes sólo pudieron robar dos mil euros y 700 euros.
Fue entonces cuando los delincuentes llamaron a la familia del cautivo para negociar un rescate por su liberación.
Los familiares del joven llamaron a la Policía Federal e intervino de inmediato en el caso la División Antisecuestros.
Finalmente, al notar que el secuestro se complicaba y al cabo de unas cuatro horas de recorrer distintos puntos de la ciudad, los delincuentes optaron por liberar al secuestrado, en Unanue y Saladillo, en Villa Lugano, a pocos metros de la intersección de las autopistas Ricchieri y General Paz.
A Pereyra, quien no habría sido maltratado aunque si amenazado de muerte varias veces durante el secuestro, los delincuentes lo despojaron de su automóvil, de los mil pesos en efectivo que llevaba encima y otras pertenencias.