Secretos de una oficina prestada

Allí, en secreto, fue la última reunión a solas de Mauricio Macri con Gabriela Michetti, casi confesional, durante la emisión del partido Barcelona-Real Madrid, que entretenía a algunos inquilinos de la sede gubernamental. Fue el miércoles pasado, sobre el filo del inicio del receso pascual y casi a horas de que Michetti partiera a su pueblo, Laprida, a pasar esos días.

El jefe de Gobierno, para evitar que el encuentro fuera observado (y luego comentado, claro), prefirió no utilizar su propio despacho del primer piso, demasiado cerca de la mirada de las oficinas de prensa, y acudió a ese funcionario de confianza que, servicial, ofreció gaseosas a la pareja y se retiró ante la contundencia de que ninguno lo invitó a sentarse.

Macri confió sus dudas sobre la candidatura a la Ciudad de Buenos Aires y algo que suele repetir: con el kirchnerismo enfrente no podría avanzar en un segundo mandato. Michetti, acordó, pero alentó un plan de intensificar aquellas áreas en las cuales, para un segundo mandato en Capital, no es necesaria la voluntad del Gobierno nacional, como los temas sociales, o la educación. Así se inspiraron en cómo sería el segundo mandato de Macri y surgió el escollo: cómo contar en el PRO con un candidato a presidente propio, al menos mientras se redoblaran los esfuerzos por armar un conglomerado antikirchnerista para la disputa de octubre.

La idea, que ayer reveló este diario, de una candidatura a presidenta de Michetti, en lugar de Macri, alteró la vigilia en el PRO y forzó cruces duros entre sectores que se enfrentan por las preferencias acerca del destino electoral de Macri. Lo cierto es que, en el macrismo ya hubo encargos de encuestas para medir las chances de la diputada, en caso de que Macri decida repetir en Capital.

Michetti ayer, en una jornada que les entregó a las radios, apenas dijo que se sentiría incómoda con una candidatura a presidenta, pero admitió que «no me sorprendería» que Macri se definiera por la reelección.

Para retrucar esa certeza, sorprendió que un ministro de poca intromisión en declaraciones políticas, como Francisco Cabrera, difundiera en un comunicado con sello oficial que «Macri no va a bajarse de la candidatura a presidente para dejarlo a Ricardo Alfonsín, a menos que haya un acuerdo nacional».

Si bien la candidata aseguró considerarse en mejores condiciones que su rival interno, Horacio Rodríguez Larreta, para disputar la sucesión de Macri, al mismo tiempo se expresó en sintonía con las palabras que le devolvió aquel miércoles al jefe porteño: «Definirá qué es lo mejor para el proyecto y yo lo voy a acompañar en lo que él decida», porque «conmigo no tiene ninguna presión».

Michetti tributa en el grupo de macristas que sostienen que «lo mejor para el PRO» es que Macri aspire a ser reelecto. En esa cruzada también está el asesor Jaime Durán Barba, quien le ha transmitido al candidato que considera que la campaña porteña será nacionalizada y mostrará al jefe de la Capital confrontando con Cristina de Kirchner, aun cuando no fuera candidato local.

«Mauricio tiene que hacer dos períodos en la Ciudad para fortalecer el proyecto y el partido», insistió ayer Michetti y remarcó: «Cuando él decidió el tema de la presidenciable y empezó a hacer recorridas por el interior, lo vi entusiasmado y le dije que me iba a preparar para ser candidata a jefa de Gobierno. El asintió y me ayudó mucho».

«Ahora le vengo diciendo lo mismo, que en mí no tiene ninguna presión. Para mí que él defina quedarse en la Ciudad es razonable para el proyecto, y que quiera ir a la presidencial también, y en ese marco yo me preparo porque tengo buena intención de voto», dijo.

«Hoy me siento con mucha capacidad para conducir la Ciudad, tengo el manejo de la gestión y me siento tranquila para eso, pero no me sentiría nada tranquila siendo candidata a presidenta», sostuvo Michetti, pero no descartó la posibilidad. Es más, no sólo en el PRO esperan el resultado de sondeos, sino que comenzó la danza de eventuales vices de la dama, como Federico Pinedo, con quien ya Michetti realizó algún acto de campaña, pero para Capital.