Se viene el Día Internacional del Chocolate
Cada 13 de septiembre se celebra el Día Internacional del Chocolate, una fecha elegida en honor al nacimiento, en 1916, del escritor Roald Dahl, autor del libro Charlie y la Fábrica de Chocolate. Qué bar notable sirve el mejor chocolate caliente y tips para una cata correcta de la mano de un experto.
La fecha invita a conocer más sobre uno de los alimentos preferidos de los argentinos: en promedio, en Argentina se consumen alrededor de 2 kilos per cápita por año, un valor muy alineado al resto de América Latina.
Ciertas hormonas ayudan a promover sentimientos positivos, como la felicidad y el placer. El placer que obtenemos al comer algo delicioso puede desencadenar la liberación de dopamina junto con endorfinas.
Algunos alimentos también pueden tener un impacto en los niveles hormonales. Varios estudios científicos han demostrado que unos pocos cuadrados de chocolate amargo realmente pueden levantarnos el ánimo.
La cata correcta. Claves para identificar un buen chocolate
Degustar el chocolate consiste en experimentar, analizar, apreciar sus características organolépticas, y así es cómo se convierte en una experiencia total. En resumen, para una cata correcta de chocolates necesitamos utilizar los cinco sentidos.
Rodrigo Bauni, Chocolatier y fundador de Purocacao, señala que
para comenzar, es fundamental saber que un chocolate varía según la temperatura y la humedad del ambiente: "Recomiendo que se encuentre entre los 15° y 23° centígrados y con una humedad relativa del ambiente del 50%"
Como la gran mayoría de las cosas, primero entran por los ojos y ahí es cuando a simple vista debemos identificar su brillo, que no sea opaco. Viendo al chocolate uno podrá empezar a distinguir distintas combinaciones de marrón, rojo y negro que caracterizan a cada cacao. Y en este punto es importante remarcar que no siempre mayor oscuridad es sinónimo de mayor contenido de cacao.
En ciertos tipos de chocolates la tonalidad puede darse mediante procesos de alcalinización al que suelen someter a los cacaos ordinarios para bajar su acidez y de esta forma “normalizar” el sabor resultante.
En cuanto al análisis táctil, debemos partir el chocolate se parte con las yemas de los dedos. Un buen chocolate no debe ser pegajoso. Se toma, entre el índice y el pulgar, una pastilla y se valora su ductilidad, es decir, la capacidad o no de modelarse cuando entra en contacto con el calor de los dedos.
En boca, después de romper el chocolate con los dientes, hay que aplastarlo suavemente entre la lengua y el paladar; de este modo alcanza rápidamente la temperatura corporal, y en este punto, empieza a fundirse.
La primera sensación al gusto -y al retrogusto- debe ser profunda, de textura sedosa, pero no como talco o arena: se debe fundir completamente en la boca sin generar una sensación pastosa. Y nunca sentir un sobre tostado; su acidez debe ser elegante, frutal y floral: sus notas deben estar perfectamente balanceadas.
La bombonería ya es un paso más complejo. Ahí sumamos los diseños y los tipos de rellenos. Tienen que ser bien armónicos, con identidad, equilibrio, frescura y homogeneidad, tener un cuerpo de coquilla y una tapa, y el porcentaje de relleno y sus complejidades (hasta los más simples) deben ser eficientes.
Como agua para chocolate
Ahora bien, ¿dónde se puede disfrutar del mejor Chocolate bebible? Sin dudas, en el Café de los Angelitos.
En sus inicios, fue reducto de malandras y caferatas. “Verdaderos angelitos”, observó irónicamente un comisario de Balvanera que terminó bautizando a este popular café de Buenos Aires.
Desde su inauguración en 1890 fue un desfile de personalidades de renombre como José Ingenieros, Juan B. Justo, Alfredo Palacios y Manuel Gálvez.
Una noche de 1917, en este café, el dúo criollo Gardel-Razzano fue contratado por Mauricio Goddart, director artístico del sello Odeón. El Zorzal Criollo vivió muy cerca de allí por lo que solía frecuentarlo
Pero una de las tantas crisis económicas del país fue implacable y lo obligó a cerrar sus puertas en 1992.
Después de sufrir abandono y posterior derrumbe, fue reconstruido y reinaugurado en 2007 respetando la atmósfera tanguera de los viejos tiempos.
Tiene decoración sobria, predominio de madera oscura, vitraux, bronces y mosaicos calcáreos.
Su chocolate caliente está dentro de este top 3 y llega hasta la mesa con su jarra de cobre para poder hacer una segunda ronda.
Acá lo recomendable es acompañarlo con la torta que lleva el nombre de la casa con corazón de chocolate y el sello de Los Angelitos grabado en la cobertura.
Queda en Rivadavia y Rincón (Balvanera).
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