¡Se terminó tu ciclo Falcioni, entendelo!
La Bombonera toda te silbó e incluso insultó... Las encuestas son desfavorables... Tu equipo no rindió y jugó muy mal. Todo tiene un final, todo termina...
Por Pablo Ezequiel Ferrari
pferrari@diarioveloz.com
@pabloeferrari
La polémica por la renovación del contrato de Julio César Falcioni está al rojo vivo. Cuando todo parecía indicar en la previa al partido con Godoy Cruz que el entrenador seguiría en su cargo, luego de la reunión que mantuvo con el presidente Daniel Angelici, la reprobación absoluta que sufrió en la cancha de Boca trastocó los planes.
El final del sábado y las primeras horas del domingo tuvieron a un Falcioni pensativo, derrumbado y prácticamente decidido a decirle no a un nuevo contrato en Boca. Sabía que la relación con la gente, que nunca había sido buena, estaba cortada definitivamente, y que un mal verano o incluso no arrancar bien en el 2013 podía significar que volvieran los reproches y el pedido de su cabeza.
El enemigo de Falcioni no es Juan Román Riquelme, como él cree. Es cierto, el 10 fue muy estratégico, al igual que cuando jugaba, y se presentó en los medios en la previa de un partido fundamental para Boca, el último del año, con la vuelta de Palermo a la Bombonera y el retiro de un estandarte como el "Flaco" Schiavi.
Las declaraciones del 10 calaron hondo en el ánimo del hincha, sumado a que Boca tuvo un paupérrimo primer tiempo frente al Tomba. Pero pese a las demostraciones de los simpatizantes, el enemigo de Falcioni es él mismo.
Que Boca no haya podido con Corinthians en esa final de la Libertadores fue un golpe duro, pero más importante fue el retiro de Riquelme. Y cuando el Emperador tuvo el camino libre para armar su propio equipo sin la dependencia del 10, el planteo falló, porque el fútbol se fue con Román.
Y no solo Boca se olvidó del fútbol, sino que también perdió ese fuego sagrado que distingue a los xeneizes. Un equipo apático, sin objetivos claros y mucha menos reacción divagó en un torneo que lo tuvo líder y luego lo dejó escapar. Si además agregamos el fracaso en las copas, con eliminación en la primera ronda de la Sudamericana frente a Independiente y la desastrosa derrota frente a Arsenal en la Supercopa Argentina aceleraron la fecha de vencimiento del entrenador.
Ahora, luego que Falcioni apareciera públicamente y, aunque no diera una respuesta, si demostrara interés y fuerza para seguir en el cargo, la pelota pasa a la dirigencia, que deberá asumir si quiere seguir apostando por el Emperador o le hará caso al reclamo popular.
Sin embargo, el entrenador debe entender que si tiene dignidad, tiene que dar un paso al costado, porque en primer lugar no puede someterse a ese manoseo de la dirigencia de Boca y además porque su ciclo como entrenador xeneize está terminado.