Se suicida un jefe narco en pleno allanamiento en Las Cañitas
En Las Cañitas se pegó un tiro en la cabeza cuando la policía derribaba su puerta blindada. La banda traficaba cocaína, LSD y crack.
Un jefe narco que estaba a punto de ser detenido acusado de traficar drogas se suicidó de un disparo en la cabeza cuando la policía irrumpió en su departamento del barrio porteño de Las Cañitas.
El hecho ocurrió en un edificio ubicado en la calle Olleros al 1800, en el marco de 15 allanamientos en los que la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal desbarató a una banda que traficaba cocaína, marihuana, crack y drogas de diseño como LSD y éxtasis.
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, informó en el lugar que "uno de los delincuentes tenía un arma y cuando entró la policía, se pegó un tiro en la cabeza" y que en su departamento fue hallado "un pan de cocaína".
El jefe de Drogas Peligrosas de la PFA, comisario mayor Néstor Roncaglia, confirmó que el sospechoso tenía una puerta blindada y cuando la policía comenzó a golpearla para abrirla, el hombre gritó que en su casa no había drogas, que se retiraran o si no, se iba a suicidar.
Ante el insistente pedido de la policía para que abra, el hombre cumplió y se pegó un tiro en la cabeza. Cuando el grupo táctico especial logró ingresar, el imputado -quien ya tenía una condena previa por narcotráfico-, ya estaba muerto.
En total, fueron detenidas ocho personas -seis argentinos y dos bolivianos, quienes quedaron a disposición del juez federal Norberto Oyarbide imputados por infracción a la Ley de Drogas.
En otro de los allanamientos, detuvieron al otro sindicado como jefe de la banda. Fue en Olivos y allí encontraron 8 kilos de cocaína. En el lugar encontraron abandonado a un bebé.
El secretario Berni informó que "en todos los allanamientos se han encontrado drogas" y explicó que la banda "vendía al menudeo cocaína, marihuana, LSD, crack y éxtasis en el barrio de Las Cañitas".
El hecho ocurrió en un edificio ubicado en la calle Olleros al 1800, en el marco de 15 allanamientos en los que la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal desbarató a una banda que traficaba cocaína, marihuana, crack y drogas de diseño como LSD y éxtasis.
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, informó en el lugar que "uno de los delincuentes tenía un arma y cuando entró la policía, se pegó un tiro en la cabeza" y que en su departamento fue hallado "un pan de cocaína".
El jefe de Drogas Peligrosas de la PFA, comisario mayor Néstor Roncaglia, confirmó que el sospechoso tenía una puerta blindada y cuando la policía comenzó a golpearla para abrirla, el hombre gritó que en su casa no había drogas, que se retiraran o si no, se iba a suicidar.
Ante el insistente pedido de la policía para que abra, el hombre cumplió y se pegó un tiro en la cabeza. Cuando el grupo táctico especial logró ingresar, el imputado -quien ya tenía una condena previa por narcotráfico-, ya estaba muerto.
En total, fueron detenidas ocho personas -seis argentinos y dos bolivianos, quienes quedaron a disposición del juez federal Norberto Oyarbide imputados por infracción a la Ley de Drogas.
En otro de los allanamientos, detuvieron al otro sindicado como jefe de la banda. Fue en Olivos y allí encontraron 8 kilos de cocaína. En el lugar encontraron abandonado a un bebé.
El secretario Berni informó que "en todos los allanamientos se han encontrado drogas" y explicó que la banda "vendía al menudeo cocaína, marihuana, LSD, crack y éxtasis en el barrio de Las Cañitas".