Se repite la historia: hace un año un temporal con tornado causó 17 muertos
Las lluvias que afectan a las Capital Federal y parte del Gran Buenos Aires, cayerón un año después del tornado que provocó destrozos en la provincia.
El 4 de abril de 2012, hace casi un año, un temporal de lluvia, viento y granizo causó la muerte de 16 personas en el área metropolitana, incluidas cinco en la ciudad de Buenos Aires, y una en Santa Fe.
En la ciudad de Buenos Aires y alrededores, la tormenta derribó árboles, voló techos, arrastró automóviles, interrumpió subtes y trenes, tiró tapias, carteles y marquesinas, anegó barrios enteros y tramos de rutas y arrasó postes del tendido eléctrico lo que provocó la interrupción del suministro a miles de usuarios.
En la Capital Federal, un hombre murió aplastado por la caída de un paredón en Flores Sud y otras tres víctimas, incluido un adolescente de 14 años, fallecieron en una vivienda de la villa 21, de Barracas, por el derrumbe del techo.
La quinta víctima en la ciudad fue el gendarme Raúl Alarcón, que murió por los golpes recibidos cuando el puesto en el que estaba con tres compañeros en el barrio "Juan XXIII" de Villa Soldati fue derribado por el viento.
En Moreno, dos personas murieron aplastadas por una pared, otra por el desplome de un transformador y una cuarta víctima se electrocutó.
En Quilmes, la Municipalidad informó que murió Marta Costa, en un derrumbe en la Sociedad de Fomento "Martín de Güemes".
El Municipio de Morón reportó la muerte de un hombre de 35 años que durante la tormenta fue a inspeccionar la planta alta de su casa y un golpe de viento lo arrojó 50 metros contra un árbol.
En Gonnet, una mujer de 20 a 30 años murió aplastada por un árbol derribado por el viento.
En Florencio Varela, hubo un muerto aplastado al desmoronarse un paredón en el barrio La Colorada.
En La Matanza, otro hombre murió aplastado en De los Incas al 3500, Isidro Casanova.
En Avellaneda, en Villa Tranquila, una mujer de 52 años perdió la vida cuando el alero de un galpón se desplomó sobre su precaria vivienda.
También ese día, en la ciudad de Santa Fe, falleció electrocutado junto a su perro un joven de 19 años que paseaba por el barrio Santa Rosa de Lima.
En el conurbano bonaerense los municipios con más daños materiales fueron Moreno, Ituzaingó, Quilmes, Avellaneda, Berazategui, General Rodríguez, Lanús, Morón, La Matanza, Florencio
Varela. También tuvieron daños importantes en Berisso, Ensenada y Suipacha, pero hubo decenas de distritos afectados.
La emergencia obligó al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y a organismos similares provinciales y municipales a concurrir urgentemente en auxilio de los afectados con chapas, colchones, frazadas, ropa y zapatillas.
Luciano Timerman, coordinador del Consejo Provincial de Emergencias, afirmó en aquella oportunidad que "fue un Pampero, un viento fuerte con ráfagas de entre 100 y 120 kilómetros por hora", que golpeó principalmente el conurbano oeste y sur, y que unas 500 personas fueron evacuadas preventivamente.
En la ciudad de Buenos Aires y alrededores, la tormenta derribó árboles, voló techos, arrastró automóviles, interrumpió subtes y trenes, tiró tapias, carteles y marquesinas, anegó barrios enteros y tramos de rutas y arrasó postes del tendido eléctrico lo que provocó la interrupción del suministro a miles de usuarios.
En la Capital Federal, un hombre murió aplastado por la caída de un paredón en Flores Sud y otras tres víctimas, incluido un adolescente de 14 años, fallecieron en una vivienda de la villa 21, de Barracas, por el derrumbe del techo.
La quinta víctima en la ciudad fue el gendarme Raúl Alarcón, que murió por los golpes recibidos cuando el puesto en el que estaba con tres compañeros en el barrio "Juan XXIII" de Villa Soldati fue derribado por el viento.
En Moreno, dos personas murieron aplastadas por una pared, otra por el desplome de un transformador y una cuarta víctima se electrocutó.
En Quilmes, la Municipalidad informó que murió Marta Costa, en un derrumbe en la Sociedad de Fomento "Martín de Güemes".
El Municipio de Morón reportó la muerte de un hombre de 35 años que durante la tormenta fue a inspeccionar la planta alta de su casa y un golpe de viento lo arrojó 50 metros contra un árbol.
En Gonnet, una mujer de 20 a 30 años murió aplastada por un árbol derribado por el viento.
En Florencio Varela, hubo un muerto aplastado al desmoronarse un paredón en el barrio La Colorada.
En La Matanza, otro hombre murió aplastado en De los Incas al 3500, Isidro Casanova.
En Avellaneda, en Villa Tranquila, una mujer de 52 años perdió la vida cuando el alero de un galpón se desplomó sobre su precaria vivienda.
También ese día, en la ciudad de Santa Fe, falleció electrocutado junto a su perro un joven de 19 años que paseaba por el barrio Santa Rosa de Lima.
En el conurbano bonaerense los municipios con más daños materiales fueron Moreno, Ituzaingó, Quilmes, Avellaneda, Berazategui, General Rodríguez, Lanús, Morón, La Matanza, Florencio
Varela. También tuvieron daños importantes en Berisso, Ensenada y Suipacha, pero hubo decenas de distritos afectados.
La emergencia obligó al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y a organismos similares provinciales y municipales a concurrir urgentemente en auxilio de los afectados con chapas, colchones, frazadas, ropa y zapatillas.
Luciano Timerman, coordinador del Consejo Provincial de Emergencias, afirmó en aquella oportunidad que "fue un Pampero, un viento fuerte con ráfagas de entre 100 y 120 kilómetros por hora", que golpeó principalmente el conurbano oeste y sur, y que unas 500 personas fueron evacuadas preventivamente.