Se recupera el joven que recibió un botellazo
Juan Manuel experimentó una considerable evolución que abrió una esperanza entre los médicos que lo atienden y sus familiares. El adolescente debió ser hospitalizado de urgencia luego recibir un botellazo en la cabeza cuando esperaba el tren.
Un adolescente de 17 años permanecía internado en estado delicado luego de haber recibido un botellazo que fue arrojado desde un tren, entre las estaciones de Floresta y Villa Luro, aunque su estado experimentó una mejoría en las últimas horas.
El chico, identificado como Juan Manuel Aguilar, se encontraba alojado en el Instituto Médico de Alta Complejidad IMC, de esta capital, desde el jueves último, cuando sufrió el brutal ataque.
Según se informó, Juan Manuel permaneció varias horas en terapia intensiva y con respirador mecánico, aunque en las últimas horas del viernes su salud experimentó una considerable evolución que abrió una esperanza entre los médicos que lo atienden y sus familiares.
El hecho ocurrió el jueves pasado, cuando el adolescente regresaba de estudiar y se encontraba en inmediaciones del paso a nivel del ferrocarril Sarmiento de las calles de Carrasco y Yerbal.
Aparentemente, el muchacho esperaba para cruzar la barrera cuando un joven arrojó desde del tren un envase vacío de vidrio de cerveza de un litro aparentemente dirigido a la caseta del guardia ferroviario.
Según informó un matutino porteño, el guarda, llamado Matías Giménez, aseguró que el autor de la agresión es un joven que frecuentemente arroja protyectiles contra la caseta que ocupa.
Como consecuencia del botellazo, Juan Manuel cayó al piso en medio de un charco de sangre, aunque logró sacarse remera y trató de detenerla mientras con el celular llamaba a su hermana Natalia.
"No te preocupes, estoy bien. Me pegaron un botellazo, vení para acá", atinó a decirle a Natalia, quien, como vive cerca del lugar del hecho, acudió a su ayuda mientras le avisaba de lo sucedido a su madre.
Los familiares del adolescente advirtieron que la ambulancia que debía asistir a Juan Manuel tardó casi una hora en llegar, al punto que el guardabarrera vio pasar en el tren de vuelta al presunto agresor.
En primera instancia, el muchacho herido fue trasladado al Hospital Piñero, donde le cosieron la herida y luego lo derivaron al IMC donde quedó internado ya que se constató que tenía un "gran hematoma".
"El hematoma era inmenso. En estos caso hay que operar cuánto antes porque es una de esas urgencias en las que cada minuto cuenta, son casos donde la mortalidad es muy alta . Su estado era gravísimo", admitió Edgardo Zimmerman, director del Instituto Médico de Alta Complejidad.