Se inyectó alcohol y aceite para tener los bíceps más grandes del mundo: casi le tienen que amputar los dos brazos
El brasileño Romario Dos Santos Alves da la vuelta al mundo por querer parecerse a Hulk.
Los brazos del brasileño Romario Dos Santos Alves están dando la vuelta al mundo: se inyectó alcohol y aceite para que sus bíceps fueran los más grandes del mundo.
Sin embargo, a pesar de lograr su objetivo, estuvo al borde de que tuvieran que amputarle los dos brazos, mientras que la prensa local lo llama "monstruo" y "bestia".
Mirá las increíbles fotos: