Se hizo una liposucción y murió: denuncian al cirujano por mala praxis
Tenía 32 años y agonizó durante un mes. La clínica no estaba habilitada para realizar la intervención.
La joven quería recuperar la figura que tenía antes de sus tres embarazos y para eso hizo una dieta rigurosa durante meses, que le permitió bajar ocho kilos antes de ingresar al quirófano. También ahorró durante casi un año los 50 mil pesos que le pedían por la cirugía. Sin embargo, su deseo se vio frustrado inesperadamente. La intervención que debía durar dos horas se extendió a ocho y Romina sufrió un shock hemorrágico.
"Nos mintieron. Le vendieron un sueño y una ilusión que tenía. Pero todo fue falso y a mi hermana la mataron", dijo a Clarín Yésica Candia Florez. "Lo que hicieron con ella fue un homicidio", afirmó. Después supieron que la Clínica Matienzo, donde la operaron, era un lugar que no estaba habilitado para ese tipo de cirugías.
La mujer salió de la intervención inconsciente y ya nunca más pudo volver a ver a sus tres hijos. Mientras el cirujano, Armando Donati, intentaba tranquilizarlos diciéndoles que los síntomas que presentaba "eran totalmente normales", el equipo médico decidió trasladarla al hospital Güemes. Peleó por su vida durante 32 días, hasta que su cuerpo no pudo más y murió el 16 de diciembre del año pasado.
Para el fiscal a cargo de la investigación, se trata de un caso de mala praxis. El doctor Donati fue imputado por homicidio culposo y será citado para una indagatoria junto al anestesiólogo y al director de la clínica.
Por su parte, el médico se defendió y dio al mismo diario su versión de los hechos. "La mujer nunca se recuperó al 100% pero se fue de la clínica sin riesgo de vida", afirmó y explicó que no fue una liposucción como dice la familia sino "una dermolipectomía". "Algo pasó ahí (en el hospital Güemes), pero no sé qué, de todos modos, yo estoy a disposición de la Justicia, que aún no me notificó de nada".