Se hizo pasar por hombre para estar con chicas
Una mujer de 31 años confesó en la corte haber simulado ser un adolescente para estar con chicas.
Patricia Dye, de 31 años, confesó ante la corte Juvenil del condado de Warren haber cambiado su identidad para fingir ser un hombre y así conquistar a chicas adolescentes.
Dye, enfrentaba los cargos de imposición de prácticas sexuales y conducir al delito a una menor y se le dio la posibilidad de defenderse previo a establecerle una condena.
Sin embargo, lejos de hacerlo, confesó ante el Juez Mike Powell haberse “disfrazado” de un chico adolescente para seducir y mantener contacto sexual con una chica pelirroja de 16 años.
El error de Dye fue enamorar a la adolescente de la localidad de Springboro que se escapó de la casa para “verlo”, creyéndo aún que era un hombre.
Cuando encontraron a la chica, la pervertida quedó en evidencia y, en tanto, debe cumplir la sentencia de 180 días de cárcel.
Además, deberá realizar un tratamiento para agresores sexuales y someterse a terapia psicológica.
Por lo pronto, la mamá de la adolescente enamorada, cuando menos, comprobó que su hija era lo suficientemente decente como para no haber corroborado el sexo de su amor.
Dye, enfrentaba los cargos de imposición de prácticas sexuales y conducir al delito a una menor y se le dio la posibilidad de defenderse previo a establecerle una condena.
Sin embargo, lejos de hacerlo, confesó ante el Juez Mike Powell haberse “disfrazado” de un chico adolescente para seducir y mantener contacto sexual con una chica pelirroja de 16 años.
El error de Dye fue enamorar a la adolescente de la localidad de Springboro que se escapó de la casa para “verlo”, creyéndo aún que era un hombre.
Cuando encontraron a la chica, la pervertida quedó en evidencia y, en tanto, debe cumplir la sentencia de 180 días de cárcel.
Además, deberá realizar un tratamiento para agresores sexuales y someterse a terapia psicológica.
Por lo pronto, la mamá de la adolescente enamorada, cuando menos, comprobó que su hija era lo suficientemente decente como para no haber corroborado el sexo de su amor.