Se hacían pasar por empresarios agrarios pero lideraban una red de trata
Es un matrimonio de Rafaela, que vivía lleno de excentricidades gracias a supuestas "ventas de granos" hasta que se descubrió que obligaban a mujeres a prostituirse.
Vivían como millonarios y ante todos se presentaban como empresarios del campo. Sin embargo, "Corcho" y "Doña Minga" lideraban una red de trata de personas en la ciudad de Rafaela, en Santa Fe. Ambos fueron detenidos este fin de semana, luego de un enorme operativo que también capturó a una tercera persona, una mujer, que vivía con los otros dos proxenetas en una lujosa mansión.
Durante los allanamientos secuestraron todo tipo de armas: una escopeta calibre 16, dos escopetas calibre 12.70, un revólver calibre .38 y un rifle calibre 22. También 119 mil pesos entre la casa quinta y los bares donde obligaban a prostituirse a al menos ocho mujeres, que en su mayoría son de República Dominicana.
La red estaba planificada y ningún detalle quedaba librado al azar. Incluso, TN pudo reconstruir que cada chica obligada a ejercer la prostitución al mismo tiempo debía pagar mil pesos por semana por el uso de una cama. Y a eso había que sumarle el costo de los profilácticos que utilizaban y el lavado de las sábanas.
La supuesta pareja dedicada a los negocios agropecuarios se paseaba por la ciudad en camionetas Ford Ranger y Dodge. También tenían un utilitario Merecedes-Bez y una Hyundai último modelo. Transportaban un jet ski, periódicamente viajaban con un motor home, mostraban sus motos de agua y el resto de sus vehículos.
"Lamentablemente la trata de personas es una realidad que tenemos. Se las van llevando de a poco, es una realidad que ellas no aceptan", explicó Rubén Olazabal, el Segundo Comandante de la Gendarmería, luego del operativo que terminó con la liberación de las mujeres, alguna de las cuales se negaron a declarar contra sus proxenetas.
"En un primer momento dicen que necesitan ese trabajo por la plata, pero no se dan cuenta del trasfondo que hay, que hay una ganancia, una persona que se está haciendo rica a costas de ellas", agregó el integrante de la fuerza, en relación a esa decisión de las mujeres de seguir encubriendo a los delincuentes. "Todavía tenemos tres prófugos de la Justicia, sobre los que seguimos sus pasos", cerró.
La mansión en la que vivían los tres detenidos constaba de una manzana con parque, pileta, quincho y hasta dormitorios separados para los caseros. Esa fue la primera propiedad que allanó la Gendarmería Nacional con más de 40 efectivos, a la que luego se le sumaron otros doce operativos en la zona.
Los investigadores creen que la red de prostíbulos que regenteaban estaba distribuida entre Villa Dominga (a 15 cuadras del centro de Rafaela) y Rosario. Además, trabajan sobre la hipótesis de que les quitaban su pasaporte para imposibilitarlas de que pudieran escaparse.