Policiales
Se conocieron comprometedoras escuchas de “La Razón de Vivir”, la comunidad del “Teto” Medina
Hay denuncias de maltrato en los audios que se conocieron durante la jornada en la que el fiscal les tomá declaración a los imputados.
En el día de ayer, el ex integrante de VideoMatch, Marcelo "Teto" Medina, de 59 años, y otros 16 detenidos de la comunidad terapéutica "La Razón de Vivir" fueron trasladados en la mañana de este viernes desde la comisaría 1 de Berazategui a la fiscalía Delitos Conexos a la Trata de Personas, Pornografía Infantil y Grooming, para ser indagados.
La causa es por asociación ilícita, explotación laboral y reducción a la servidumbre en torno a esas quintas de rehabilitación de adicciones.
Horas después del revuelo mediático, trascendieron las primeras dos escuchas de la causa. Una es entre miembros de la organización, que chequean el pago de la cuota por parte de la familia de un chico que se acaba de convertir en "interno". En la otra, habla un chico que se escapó.
-Empleado 1: David, querido, escuchame. Dejó 35 lucas ($35.000) esta familia, ¿no?.
-Empleado 2: No, están firmando los últimos requisitos de acá, los papeles que tienen que firmar.
-E1: Tienen que dejar 30 mil pesos, ¿sí? Y 5.000 de inscripción. No al lado... no con el pie presente, ¿sabés?.
-E2: No, no, no Kevin ya está allá, con el chico en el quincho.
-E1: Perfecto, avisame cuándo ya está todo abonado amigo, gracias.
En el segundo audio, se lo escucha a "Jorge, de la comunidad" queriendo comunicarse con el padre de Mauro, un interno que se escapó. Pero quien lo atiende es el propio joven.
-Jorge: Hola. ¿Usted es el papá de Mauro?
Mauro: Sí, sí.
J.: Mauro se escapó y ahora se quiere internar de vuelta, ¿puede ser?
M.: Sí, soy yo el que está hablando, Mauro.
J.; Ah Mauro, ¿qué pasó querido?, ¿por qué te fuiste loco?
M.: Usted tiene que pedirme una disculpa por agarrarme y tirarme al piso...
Ahí Jorge intenta justificar su accionar: "Escuchame, vos le estabas faltando el respeto al director". Mauro alega que el hombre "no tiene ningún derecho" a haber hecho eso y amenaza con hacerle una denuncia. Jorge lo incita a que la haga. "Hacela, hacé la denuncia", le dice. "No, ni a palos hago la denuncia", se arrepiente el joven.
Mauro termina la conversación diciendo que se va a ir a otra comunidad para recuperarse de su adicción. "No quiero saber nada con usted", cierra, sin antes avisar que su familia va a buscar el celular que tuvo que dejar en la quinta de rehabilitación.
Como varias madres contaron a Clarín en la puerta de "La Razón de Vivir", en Florencia Varela, a los internos, como se los llama en estas quintas, en una primera instancia no se les permite tener celular, "para que no se comuniquen con los dealers". Tampoco pueden salir y las visitas son jueves y domingo de 11 a 18. Una vez avanzado el tratamiento, les permiten tener sus teléfonos y salir desde el jueves hasta el domingo, cuando deben volver a determinada hora.
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