Se casaron Florencia Peña y Ramiro Ponce de León

Tras la expectativa, la ansiedad y el deseo de experimentar semejante acontecimiento, Florencia Peña se casó con Ramiro Ponce de León, en una boda que constó de unión civil y que se desarrolla en este sábado en un paraje alejado y coqueto de Salta.

La actriz optó por dos eventos grandilocuentes para sellar el compromiso con su pareja, por eso el primero se edificó en la provincia norteña, de donde es oriundo el novio, y para lo que seleccionaron una locación fantástica, que consta de un hotel campestre lleno de lujos y comodidades.

Para esta ocasión, los tortolitos diagramaron una lista más pequeña, con un número aproximado de 170 invitados, entre los que se destacaron familiares, amigos y algunos famosos. Las celebridades brillarán en el segundo festejo, que se producirá en diciembre en Buenos Aires y con 400 nombres.

Con el objetivo de diseñar una celebración fantástica, única e inolvidable, la capocómica apostó por el trabajo de Claudia Villafañe y su emprendimiento como organizadora de bodas. Además de acudir a los mejores en cada rubro, como a la hora de confeccionar su vestido.

El casamiento se vibra en la localidad de Tolombón, ubicada a unos once kilómetros de Cafayate, ese centro tan famoso por sus viñedos. A raíz del entorno natural, la vestimenta se entrelazó con esa ambientación, por eso la creadora del atuendo de Flor, Camila Romano, contó, en diálogo con Teleswhow: “Lo diseñé pensando en el entorno que es al atardecer en un viñedo y conociendo a flor y su cuerpo que le gusta estar super sexy, líneas al cuerpo, cola y terminaciones bordadas a mano”.

Algunos de los detalles más sobresalientes de la jornada emotiva se vincularon con el modo en que accedió Flor a la boda, dado que optó por llegar arriba de un auto clásico como un Mustang, que condujo el ambientador Ramiro Arzuaga, acompañada por sus tres hijos, nada más y nada menos.

Asimismo, una de las singularidades de todo el fiestón se basó en el traje de Ramiro, que lució exactamente el mismo que su pequeño Felipe y los otros dos niños de Peña, producto de su relación con el músico Mariano Otero. Una idea muy original y conmovedora. 

Alejada de lo religioso, la rúbrica de la unión civil se produjo con la presencia de una jueza que se apersonó en el hotel y ofició el trámite legal, para al cabo de la lectura de los puntos burocráticos los declaró marido y mujer y desató la alegría mancomunada en la sala.