Salir a comer en tiempos de crisis, ¿cómo cambió el hábito de los argentinos?

Salir a comer afuera se volvió un lujo. Ya no depende de la opción que elijamos sino de la salida en sí. Calcular el gasto de viaje, el cubierto, la bebida, el plato, el postre y una visita al cine, por ejemplo, ya es inevitable. 

Por eso, InfoVeloz consultó a la directora de un reconocido restaurante de Puerto Madero y a un economista para que nos explique cómo cambiaron las costumbres argentinas con la crisis. 

Karina Fernández es directora de "Puerto Cristal" y nos explicó qué cambios nota ella desde su lugar.

¿Los clientes modificaron el estilo de comer y de acompañar su experiencia gastronómica? ¿Dejaron de consumir vinos, postre, guarniciones?

"El cliente mide el consumo ya que se encuentra limitado a sus ingresos. Ahora elige qué comer y qué tomar para que no se incremente tanto la cuenta" y explica que en cuanto al pedido y al consumo, "el 50% de los clientes piden la famosa 'Doggy Bag'".
(Doggy Bag es el témino que refiere a llevarse los restos del plato. Antes, estaba mal visto llevarse "las sobras" pero con la crisis, se incrementó el pedido y ya no se siente culpa al respecto).

Además Karina, cuenta que trata de mantener el espíritu del lugar: "En los '90 mi papá tenía el sueño de invertir en este lugar porque cuando vino de España su barcó llegó hasta ese puerto y de ahí surge el nombre del restaurante". 

Y detalla que ellos no bajan la calidad de los platos, pero que sí ganan menos para poder mantener esa calidad y un buen precio: "Nunca cambiamos la calidad de la mercadería pero la atención es donde tiene que estar el foco porque la gente quiere disfrutar, pasarla bien".

En tanto que Leandro Marcarian, que es economista (UBA), con posgrado en Economía en la Universidad Torcuato Di Tella, y Máster of Science en economía financiera de la universidad de Londres, explica: "Los cambios en los ingresos de las personas generan dos efectos, que en economía son conocidos como efecto renta y efecto sustitución. Efecto Renta (ER): dado que las personas son más pobres, consumen menos de todos los bienes y servicios y el Efecto Sustitución (ES): las personas son más pobres por tanto, consumen bienes y servicios más baratos".

En cuanto a la industria gastronómica Macarian detalla: "Para el caso de los restaurantes, una caída en las ventas (en la cantidad de platos servidos) equivale a una representación del ER en ese mercado. La gente es más pobre, entonces consume menos cantidades. Si, además, se consumen platos más baratos, eso sería una representación del ES. Dado que son más pobres, sustituyen bienes más caros y de mayor calidad por otros más baratos y de menor calidad".

Y sentencia: "Los restaurantes es uno de los sectores que esta más vinculado a los vaivenes de la economía. Dado que no representan un consumo esencial, es una de las primeras cosas que las familias dejan de consumir ante una caída temporaria del ingreso. Es un sector que replica los movimientos de la economía, pero de forma mas que proporcional. En los momentos bajos del ciclo económico les va peor que al promedio, y en los momentos de boom tienen una rentabilidad superior al promedio de las actividades". 

Y vos, ¿en qué modificaste tus hábitos con la crisis económica?