Salen a la luz nuevas imágenes de la mujer china en el aeropuerto antes de desaparecer
Las cámaras del aeropuerto la registraron sentada en la cinta de las valijas. La hipótesis sobre qué pudo haberle pasado.
Nuevas imágenes de las cámaras de seguridad muestran a la mujer china desaparecida, de 65 años, sentada durante horas en una de las cintas de las valijas detenidas. Tampoco llamó la atención en ese momento, pese a que se ve a un empleado de seguridad del aeropuerto hablando con ella.
El punto más cuestionado en el caso de la desaparición de María, como le decían en Argentina, es que la aerolínea Turkish Airlines no reaccionó en tierra ante los tres pedidos de atención en el aire de Roxana y Marcelo Sansone, pasajeros que viajaron junto a la ciudadana asiática, por el cuadro de ansiedad y desorientación de la mujer.
NUEVAS IMÁGENES DE LA CIUDADANA CHINA
— A24 (@A24COM) 6 de febrero de 2018
???? Son de antes de dejar el aeropuerto de Ezeiza. pic.twitter.com/dhfUbse2zH
Cuando faltaban 13 horas para que el vuelo TK 015 aterrizara en Buenos Aires, María empezó a mostrarse muy inquieta.
"Cuando bajamos del avión, la ayudamos a pasar por Migraciones y la acercamos al sector donde se retiran las valijas. Agarró la de ella y le dijimos que nos espere, que agarrábamos las nuestras y la acompañábamos, pero cuando volvimos no estaba más", relató Marcelo Sansone.
No se supo nada más de María por dos semanas, hasta que el sábado fue encontrado el cuerpo de una mujer con ojos rasgados. No estaba en un arroyo, como trascendió, sino en una zona del bosque de Ezeiza que se inundó por las lluvias: por eso apareció boca abajo y sumergido. Lo hallaron a 300 metros de donde una pareja que paseaba a su perro encontró la cartera y el pasaporte de la mujer asiática.
Si bien los resultados finales de la autopsia aún no fueron entregados a la UFI 2 de Ezeiza, su titular, el fiscal Carlos Hassan, dijo que no presentaba lesiones ni otros indicios sobre la causa de muerte. Como tampoco se pudo identificar el cadáver, por su avanzado grado de descomposición, se extrajo sangre de Daniel Ma, su hijo, residente en Constitución, para hace un cotejo de ADN.
Sin embargo, los investigadores ya tienen una certeza, que la mujer asiática fallecida es María, y una hipótesis: que su muerte fue accidental producto de los síntomas que empeoran con el paso de las horas luego de sufrir un ACV.
Así trascendió de los resultados preliminares de la autopsia. Los investigadores creen que, en caso de confirmarse que se trata de la ciudadana china, podría haber sufrido un problema neurológico arriba del avión, por la compresión después de tantas horas de vuelo. Y que eso habría generado el cuadro de desorientación que contaron los testigos.
Los familiares de María habían dicho a TN que "no tiene Alzheimer ni Parkinson" y "estaba bien" antes de subir al avión. Pero que sí había tenido un episodio de "amnesia" o "lagunas", un año atrás.
También reafirmaron que en Estambul, donde hizo escala, le habían avisado a la mujer que la iban a buscar a Ezeiza. Pero los pasajeros que viajaron con ella -y el lunes declararon en la fiscalía- ponen el foco en la insistencia de la mujer en querer saber qué colectivo la llevaba hasta Constitución, "por que nadie la esperaba".
"Roxana le acomodó los bolsos varias veces, porque desarmaba todo y decía que le faltaban dólares, que se los habían robado y mientras tanto sacaba varios fajos de la cartera", continúa contando Marcelo, quien pidió hablar con el comisario de a bordo pero tampoco logró que atiendan a María, cada vez más "alterada, perdida y ansiosa" por llegar a Constitución.
"No durmió en toda la noche; abría la ventanilla constantemente y se la abría también, a los otros pasajeros. Mi señora le seleccionó películas para que vea, la llegamos a dejar sola un buen rato, pero tampoco se tranquilizó", cuenta Marcelo.
Ya en tierra, las cámaras de seguridad también detectaron a la mujer caminando en contramano por la autopista Riccheri.
Por el momento, su hijo reconoció la cartera de su madre, un sweater y un collar encontrados. De acuerdo a la información que brindó su familia, la mujer vivía en el barrio porteño de Villa Urquiza y llevaba una década residiendo en la Argentina.