Ryan Murphy: "Siempre amé tener miedo"

Intrigante, zafado, oscuro y a la vez dueño de un fino humor como muchos de los personajes en sus series de culto Nip/Tuck , Glee y ahora American Horror Story , pocos escritores pueden atraer tanta atención sobre sus productos como Ryan Murphy.

A sus 45 años, periodista antes que guionista de series de televisión, habiendo trabajado para los diarios Miami Herald y Los Angeles Times sabe cómo atraer a la prensa, pero, sobre todo, conoce el gusto de sus fans, que esperan siempre algo más de él.

En televisión suele haber límites, pero él jura que no los tiene. "Sólo pezones, no podemos mostrar pezones ni decir la palabra culo ", bromea su socio Brad Falchuk, un joven guionista que se le acercó cuando estaba haciendo Nip/Tuck y se convirtió en su compañero de aventuras en Glee , y ahora en esta historia de horror psicológico inspirado en las películas de Roman Polanski, según el propio Murphy, que Fox estrena el próximo martes a las 23.

La serie es hot y hip , dos adjetivos anglos que valen doble cuando van juntos y simplemente significan que todos los ojos están puestos ahí. De hecho, el programa le trajo al canal FX el segundo mejor rating de su historia cuando debutó en los Estados Unidos ante casi 4 millones de espectadores de los más buscados por los anunciantes, la franja entre 18 y 49 años.

En el set de American Horror Story , en los estudios Paramount de Holywood, donde también se graba Glee , Murphy muestra orgulloso la recreación de la mansión cercana a Koreatown utilizada en el primer episodio, y que fue minuciosamente copiada en cada detalle, ya sean las lámparas de Tiffany o el famoso sótano estremecedor. "Murphy dijo que quería que la casa fuera claustrofóbica", explica el diseñador, al mostrar que no hay ninguna ventana al exterior, salvo vidrios decorados por donde pasa una tenue luz ámbar.

Porque el cuero le parece un material muy sexy, Ryan Murphy mandó comprar unos sillones de cuero carísimos para el set. "Antes el buen diseño parecía estar sólo en las manos de los muy ricos, ahora es distinto, se hizo más popular", aclara el escritor, productor y director que asegura que él también tiene un fantasma viviendo en su casa, que suele tocarle las piernas de noche, cuando está en la cama.

Dylan McDermott dice que "Glee" es tu hijo bueno y "American..." sería tu hijo malo. ¿Estás de acuerdo? Claro que estoy de acuerdo, y la frase suena muy bien.

Glee es tan popular ahora, incluso a nivel internacional, y no es sólo el programa sino también la música, que es otra industria. Eso se traduce en que es mucho trabajo. Y por eso es grato encerrarse en una habitación para hablar de drama y estructura. Lo tomo como una vacación. No hemos tenido con Brad ni un segundo de "página en blanco". Estamos muy motivados con American Horror Story , sabemos cómo empieza y cómo termina. Aunque hemos tenido descubrimientos en el medio, como lo divertídisima que resultó ser Jessica Lange.

¿Te costó convencerla? Estuve semanas llamándola por teléfono. Estoy obsesionado con ella desde que tenía 8 años y fui a ver King Kong . No me importaba nada el monstruo, Jessica era para mí una rara criatura. Fui a verla dos veces haciendo Un tranvía llamado Deseo en Broadway. Si su Blanche estuviera un poco loca se convertiría en Constance, su personaje en la serie. Ella no quería hacer televisión, pero la convencí. Dice que su frase favorita es "No me hagas matarte de nuevo" . Ese era un rol efímero, pero desde que ella aceptó hacerlo creció mucho y se hizo protagónico. No puedo creer que ahora Jessica Lange sea mi amiga.

¿Qué te hizo elegir a McDermott como padre de esta familia tan singular? De entrada llamamos a Connie Britton y a Jessica, pero hubo muchos actores para el rol de Ben Harmon. Dylan fue el único que no huyó espantado al leer en el guión que debía sollozar en una escena en la que se masturba desnudo. Sólo necesitó dos tomas. Es un gran actor y quiere hacer algo bien distinto de lo que lo hizo popular (ver El psiquiatra...

Comedia musical y horror. ¿Por qué decís que los universos de "Glee" y "American..." no son diferentes? Es que no lo son tanto. En ambos hay emoción.

Glee no es el mundo real, es el mundo en el que nos gustaría vivir, pero no podemos. Y American...

es el mundo en el que nos da miedo vivir. Pero los dos tienen las mismas vibraciones para mí, sólo que Glee llegó en un momento en el que quería ser feliz. Hay muchos escritores trabajando en cada una de esas series. Los de Glee son más jóvenes y optimistas, todavía no se han divorciado, no han perdido su casa. Los otros son mayores y se la ven venir.

Le dedicaste un capítulo doble a Halloween. ¿Por qué? Siempre amé tener miedo. Además, se suponía que yo iba a nacer en Halloween, pero me atrasé. Adoro esa fecha, siempre la celebro en casa a lo grande. Me encanta la idea de que los muertos anden rondando libres esa noche. Es una de mis obsesiones. Leí un artículo de New York Magazine que decía que en mis obras siempre va a haber una porrista, alguien en una silla de ruedas, mellizos, algún discapacitado mental, un pelirrojo... y Halloween.

¿Te costó encontrar la casa en la que se basa tu serie? Fue muy divertido buscarla, porque pocas en esta ciudad tienen sótano. Y resultó que el dueño dijo que tenía un fantasma sin piernas que le robaba las llaves. Todas las grandes casas en el mundo del horror son inteligentes (el hotel de El resplandor , por ejemplo): saben cómo aterrorizarte, saben qué hacer para joderte. Aunque cambió la forma de narrar el horror. En los ‘70 el horror tenía humor. Ahora se convirtió en snuff , algo violento, puro desmembramiento. Yo quiero volver atrás.

¿Y de dónde salió ese fantasma con traje de látex? Me doy el crédito. Colecciono libros visuales y de horror, y un día encontré uno que daba instrucciones de cómo mantener bien los trajes de sadomasoquismo. Ahí estaba mi hombre de látex. Creo que el sexo y la muerte se emparentan. Uno de los personajes dice: "Estar muerto me calienta" y me encanta esa frase. Los fantasmas están atrapados, pero quieren su humanidad de vuelta.