Roberto Lavagna, el candidato de la zona de confort
Con el dólar calmo, la posibilidad perdió peso. Sin embargo están quienes siguen impulsándolo. Del consenso a la interna salvaje.
Hoy se cumplen 11 años de una foto que Roberto Lavagna prefiere olvidar. El sábado 2 de febrero de 2008 apareció caminando junto a Néstor Kirchner con la escenografía bucólica de los jardines de la Quinta de Olivos a sus espaldas. Los dos con sacos oscuros y camisas blancas, levantando los dedos para sellar un acuerdo político que supuestamente iba a refrescar al peronismo. "La política, como ejercicio de flexibilidad", planteaba el análisis implacable con el que Julio Blanck rubricaba la primicia de Clarín.
El economista que había sido ministro de Néstor acababa de ser derrotado ampliamente por Cristina en la elección presidencial. Pero el 16,9% de los votos que había obtenido preocupaban todavía a los ocupantes de la Casa Rosada. Por eso, Kirchner planeó aquel acuerdo sorpresivo para sacarlo de la cancha. Y vaya si lo consiguió. Lavagna no volvió a jugar en las grandes ligas electorales durante una década. Pero su apellido siguió asociado a la eficacia y a la moderación. Por eso, en 2015 se convirtió en el referente económico del Frente Renovador que fundó y aún lidera Sergio Massa.
La crisis del dólar y el terremoto inflacionario que estallaron en abril de 2018 sacudieron al gobierno de Mauricio Macri. Y rescataron a Lavagna como uno de los referentes que podía hacerle frente al vendaval económico si la Argentina seguía en caída libre. En medio de la zozobra aparecieron voces del pasado como las de Eduardo Duhalde y Luis Barrionuevo para promover al economista de 76 años como "el candidato de la unidad". Se sabe. Lavagna reivindica su origen peronista pero muchos radicales recuerdan que fue el secretario de Industria de Raúl Alfonsín. Pasan los años y el hombre sigue teniendo peronistas y radicales que lo tratan como a un rockstar.
Desde que el dólar comenzó a entrar en una zona de calma, y aflojaron la presión inflacionaria y el riesgo país, la hipótesis Lavagna candidato perdió peso en medio de la grieta electoral entre Macri y Cristina. También sufrió el efecto corrosivo de la interna peronista. Massa, lo mismo que Juan Manuel Urtubey y Miguel Angel Pichetto, le dedican elogios de todos los colores pero levantan la misma bandera cada vez que les preguntan por el hombre de la unidad. "Si quiere ser candidato tiene que presentarse a las primarias", le advierten, marcando un límite que saben inexpugnable. Lavagna será el candidato del consenso o no será. A esta altura, no quiere saber nada de competir en una eliminatoria salvaje.
De todos modos, hay dirigentes que lo siguen empujando. Sobre todos aquellos que están en tratativas con el peronismo no kirchnerista para armar una coalición que enfrente a Cambiemos. El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, es uno de ellos. También Ricardo Alfonsín y Margarita Stolbizer han hecho movimientos y señalan a Lavagna como el único capaz de nuclear un frente que pueda desafiar los números de intención de voto que Macri y Cristina muestran anticipadamente en las encuestas.
El camino es largo. Y ahora que el Gobierno se definió por unificar la elección presidencial con la bonaerense y la porteña, los candidatos tienen hasta los primeros días de junio para definirse. Lavagna dejará que el tiempo transcurra para ver si se alinean los planetas. Claro que la Argentina sigue siendo ese país caótico y cruel que le ofrece pocas chances a aquellos que prefieren esperar en zona de confort a ir en busca del riesgo y de la incertidumbre.