Río: policías y bomberos entran en huelga
Los policías militares, civiles y los bomberos del estado brasileño de Río de Janeiro, también se declararon en huelga anoche, apenas una semana antes de que comience el Carnaval.
Unos 1.500 efectivos, entre policías y bomberos, decidieron por unanimidad ir a la huelga, tras una asamblea de cinco horas de duración, que comenzó alrededor de las 17 horas de ayer, en la zona céntrica de Cinelandia.
Los representantes de la Policía y Bomberos señalaron que los huelguistas permanecerán en sus unidades, para evitar revueltas callejeras como las vividas esta última semana por la huelga de efectivos en Bahía, según despacho de la Agencia Brasil.
Entre sus reivindicaciones se destacan un aumento del salario mínimo y la liberación del bombero Benevenuto Dalciolo, que fue detenido ayer tras regresar de Bahía, donde participó en la protesta de la policía de ese estado.
El Secretario de Defensa Civil y comandante de Bomberos, Sérgio Simoes, anunció que el Ejército desplegará 14.000 soldados en todo el estado para garantizar la seguridad y que 300 miembros de la Fuerza Nacional desempeñarán las funciones de los bomberos.
Policías y bomberos toman esta decisión apenas una semana antes del comienzo del Carnaval en Río de Janeiro, uno de los acontecimientos más famosos del mundo que anualmente atrae a millones de turistas.
Por su parte, los policías militares del estado de Bahía decidieron continuar con su huelga, a pesar de que ayer aceptaron abandonar la toma de la Asamblea Legislativa, escenario de los enfrentamientos de estos días entre policías y militares.
Los policías han tomado esta decisión en una reunión celebrada en un gimnasio ubicado en el centro de Salvador, capital de Bahía, que duró todo el día.
Los huelguistas han rechazado la oferta del gobernador del estado, Jacques Wagner, de aplicar en los próximos tres años un aumento salarial del 17 por ciento y piden que se aplique lo aprobado en 2001.
También esperan una nueva propuesta antes de las 16 horas de hoy, cuando tienen previsto celebrar otra reunión.
Por otra parte, el Legislativo de Río de Janeiro votó simbólicamente aumentos salariales para la Policía Militar, Civil y Bomberos del Estado, propuestos por el oficialismo, con enmiendas que introdujo la oposición, lo que permitió alcanzar un consenso mayoritario, horas antes de que la asamblea de uniformados decidiera la huelga.
Por su parte la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff rechazó ayer una amnistía para policías que cometieron delitos en la huelga en Bahía, "horrorizada" por los actos vandálicos que promueven, según conversaciones telefónicas grabadas, y afirmó que hay "otros motivos" en esa paralización por aumentos de salarios en vísperas del Carnaval.
"Quedé horrorizada ayer (por el miércoles) cuando escuché grabaciones (telefónicas entre líderes de la protesta policial) en la televisión, la TV Globo, sobre el hecho de que hay otros intereses envolviendo la paralización. Eso no es correcto" afirmó ayer Rousseff, en Pernambuco, durante una visita a las obras de la Ferrovía Transnorestina, según la agencia Prensa Latina y la agencia O`Estado.
En la grabación, los huelguistas hablan de quemar camiones y bloquear una de la principales autopistas bahianas (la BR-116) y extender el paro a otros estados de Brasil, como Río de Janeiro y San Pablo.
Los representantes de la Policía y Bomberos señalaron que los huelguistas permanecerán en sus unidades, para evitar revueltas callejeras como las vividas esta última semana por la huelga de efectivos en Bahía, según despacho de la Agencia Brasil.
Entre sus reivindicaciones se destacan un aumento del salario mínimo y la liberación del bombero Benevenuto Dalciolo, que fue detenido ayer tras regresar de Bahía, donde participó en la protesta de la policía de ese estado.
El Secretario de Defensa Civil y comandante de Bomberos, Sérgio Simoes, anunció que el Ejército desplegará 14.000 soldados en todo el estado para garantizar la seguridad y que 300 miembros de la Fuerza Nacional desempeñarán las funciones de los bomberos.
Policías y bomberos toman esta decisión apenas una semana antes del comienzo del Carnaval en Río de Janeiro, uno de los acontecimientos más famosos del mundo que anualmente atrae a millones de turistas.
Por su parte, los policías militares del estado de Bahía decidieron continuar con su huelga, a pesar de que ayer aceptaron abandonar la toma de la Asamblea Legislativa, escenario de los enfrentamientos de estos días entre policías y militares.
Los policías han tomado esta decisión en una reunión celebrada en un gimnasio ubicado en el centro de Salvador, capital de Bahía, que duró todo el día.
Los huelguistas han rechazado la oferta del gobernador del estado, Jacques Wagner, de aplicar en los próximos tres años un aumento salarial del 17 por ciento y piden que se aplique lo aprobado en 2001.
También esperan una nueva propuesta antes de las 16 horas de hoy, cuando tienen previsto celebrar otra reunión.
Por otra parte, el Legislativo de Río de Janeiro votó simbólicamente aumentos salariales para la Policía Militar, Civil y Bomberos del Estado, propuestos por el oficialismo, con enmiendas que introdujo la oposición, lo que permitió alcanzar un consenso mayoritario, horas antes de que la asamblea de uniformados decidiera la huelga.
Por su parte la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff rechazó ayer una amnistía para policías que cometieron delitos en la huelga en Bahía, "horrorizada" por los actos vandálicos que promueven, según conversaciones telefónicas grabadas, y afirmó que hay "otros motivos" en esa paralización por aumentos de salarios en vísperas del Carnaval.
"Quedé horrorizada ayer (por el miércoles) cuando escuché grabaciones (telefónicas entre líderes de la protesta policial) en la televisión, la TV Globo, sobre el hecho de que hay otros intereses envolviendo la paralización. Eso no es correcto" afirmó ayer Rousseff, en Pernambuco, durante una visita a las obras de la Ferrovía Transnorestina, según la agencia Prensa Latina y la agencia O`Estado.
En la grabación, los huelguistas hablan de quemar camiones y bloquear una de la principales autopistas bahianas (la BR-116) y extender el paro a otros estados de Brasil, como Río de Janeiro y San Pablo.