Revolvieron deshechos durante dos años hasta encontrar un anillo que se había caído al inodoro
Una mujer contrató a una empresa encargada de eliminar los deshechos para que le localizasen un anillo que se le cayó al inodoro. ¡Lo encontraron!... dos años después.
Su nombre es Joan Speirs, y a sus 67 años recuperó un anillo (obsequio de su marido) dos años después de haberlo tirado sin querer por el inodoro.
Para conseguirlo, contrató a una empresa de camiones atmosféricos exclusivamente para su hallazgo.
La compañía especializada en tanques sépticos se encargó durante dos años de buscar entre los desperdicios de la señora, el anillo que su difunto marido le regaló a Speirs meses previos a morir.
Al parecer, a pesar de haber instalado una videocámara en el interior del pozo ciego resultaba tarea imposible dar con la alhaja, de modo que la mujer les financió la compra de un detector de metales, sin embargo tampoco funcionó.
Sin embargo y sorpresivamente, dos años más tarde, un empleado de la misma firma que había fracasado en hallarlo, se topó de casualidad con el anillo mientras trabajaba en el mantenimiento de unas tuberías cloacales.
"Fue verificado que se trataba del mismo anillo y entregado a Spiers, quien explotó de emoción ya que había perdido toda esperanza de volverlo a ver", relató Julie French, de la firma Clear Master con base en Dorkin, Inglaterra.
Para conseguirlo, contrató a una empresa de camiones atmosféricos exclusivamente para su hallazgo.
La compañía especializada en tanques sépticos se encargó durante dos años de buscar entre los desperdicios de la señora, el anillo que su difunto marido le regaló a Speirs meses previos a morir.
Al parecer, a pesar de haber instalado una videocámara en el interior del pozo ciego resultaba tarea imposible dar con la alhaja, de modo que la mujer les financió la compra de un detector de metales, sin embargo tampoco funcionó.
Sin embargo y sorpresivamente, dos años más tarde, un empleado de la misma firma que había fracasado en hallarlo, se topó de casualidad con el anillo mientras trabajaba en el mantenimiento de unas tuberías cloacales.
"Fue verificado que se trataba del mismo anillo y entregado a Spiers, quien explotó de emoción ya que había perdido toda esperanza de volverlo a ver", relató Julie French, de la firma Clear Master con base en Dorkin, Inglaterra.