Revelan un nuevo video sobre la masacre de Monte en el que se confirma que hubo otro patrullero en la persecución
Muestra el paso del auto de los chicos seguido por un patrullero y, 26 segundos después, se ve a otro móvil policial.
"En la causa está acreditado que eran tres los móviles policiales que participaron del procedimiento", explicaba el procurador General ante la Suprema Corte Bonaerense, Julio Conte Grand, pero no había imágenes que comprobaran esas sospechas sobre la tragedia que atraviesa a San Miguel del Monte y que ya tiene 17 implicados: cuatro jefes desplazados, 12 policías detenidos y al secretario de Seguridad municipal también preso.
Sin embargo, un nuevo video de una cámara de seguridad corroboría que no era un sólo patrullero el que seguía y desde el que se le disparaba al Fiat 147 Spazio en el que viajaban las víctimas antes de chocar contra el camión estacionado.
Las imágenes difundidas por TN en las últimas horas muestran cómo 26 segundos después de que pasa el coche donde viajaban los chicos seguido por un patrullero, otro móvil policial -con balizas apagadas- aparece en escena y en la misma dirección.
Ese video se había conocido parcialmente. O sea, sólo la parte en la que se veía a un patrullero persiguiendo el Fiat 147 Spazio. Con estas nuevas imágenes toma más sustancia lo que las pericias daban ya por cierto: esa noche hubo más móviles involucrados y una trama de encubrimiento que ahora siembra sospechas también sobre las autopsias practicadas al cuerpo de las víctimas.
Por eso Conte Grand confirmó que se autorizó la exhumación del cuerpo de Camila López (13), una de las víctimas de la persecución mortal en San Miguel del Monte. "La autopsia fue realizada por los que ahora están investigados y detenidos", explicó. O sea, las hizo un médico forense de la Policía Bonaerense.
Los investigadores de la muerte de los cuatro jóvenes ya establecieron que en el operativo intervinieron ocho policías que estaban distribuidos en tres patrulleros y que utilizaron dos pistolas reglamentarias.
"Habría un patrullero al inicio y se convoca a otros. En la parte del desenlace habría tres, o sea que dos llegaron convocados por el primero", indicó Conte Grand.
Entre los policías que estuvieron esa noche y que están presos, al capitán Rubén Alberto García, los oficiales Leonardo Daniel Ecilape y Manuel Monreal y el subayudante Mariano Ibáñez los acusan de "homicidio doblemente agravado por abuso de su función como miembro de fuerzas policiales y por el empleo de armas de fuego".
A los cuatro les imputaron los crímenes de Camila, Danilo Sansone (13), Carlos Aníbal Suárez (22) y Gonzalo Domínguez (14). Además, los acusan de "homicidio doblemente agravado en grado de tentativa" en perjuicio de Rocío Guagliarello (13), que sigue internada en grave estado en el hospital de Florencio Varela.
En tanto, la jueza Garmendia imputó al oficial subinspector José Alfredo Domínguez y a los oficiales Cristian Righero y Juan Gutiérrez por los delitos de encubrimiento agravado y falsedad ideológica de instrumento público, por los que están detenidos.
Ninguno de esos siete policías acusados y presos quiso declarar. Distinta fue la situación de la oficial Melina Bianco (25): se presentó espontáneamente en la fiscalía y dio su versión de los hechos. La acusan de encubrimiento, ya que se sospecha que viajaba en una de las patrullas que intentó interceptar el auto de las víctimas.
Para los investigadores, la oficial Bianco observó todo, aunque luego firmó un acta en el que se habrían falseado las circunstancias por las que murieron los chicos y también quedó detenida.
Lo que los investigadores aún no lograron establecer es cuál fue el motivo que originó la persecución que terminó con los cuatro chicos muertos.
Sí se sabe que la bala que dio en el glúteo de Gonzalo salió de un arma policial. Lo explicó el procurador Conte Grand: "Uno de los cuerpos tiene un orificio de ingreso de proyectil calibre .9 milímetros y ese proyectil se corresponde con el arma de uno de los efectivos que estaba dentro del móvil y que está detenido".
Y agregó: "Se encontraron cuatro casquillos de bala que se corresponden con el arma de otro de los efectivos. Las armas fueron entregadas y todas tenían los cargadores completos, lo que indica un comportamiento claramente disuasorio por parte de los policías".
Además de esos ocho policías presos inicialmente, y que fueron desafectados por Asuntos Internos, en una segunda tanda también fueron detenidos y separados de la Fuerza otros cuatro policías y el secretario de Seguridad de San Miguel del Monte, el comisario retirado Claudio Martínez (56).
Al subcomisario Franco Micucci, el teniente Ángel Enrique Héctor, la oficial ayudante Nadia Genaro y el oficial inspector José Manuel Durán los acusan de encubrimiento y quedaron presos.
Mientras que a Héctor se le endilga no haber preservado la escena donde sucedió todo; fuentes oficiales dijeron a Clarín que la intendenta Sandra Mayol desplazó al secretario Martínez tras constatar que habría manipulado las filmaciones de las cámaras de seguridad en el Centro de Monitoreo, con el fin de encubrir el accionar de los agentes.