Reunión por las paritarias: las dos CGT condicionan la mejora en Ganancias
Tanto la central kirchnerista como la de Moyano se niegan a cerrar acuerdos salariales antes de que se modifique el mínimo no imponible.
Es por eso que crece entre los gremios el rechazo a cerrar aumentos salariales sin antes conocer la estrategia de la Casa Rosada con respecto al mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, cuyos topes no se actualizan desde abril de 2011.
Otra de las similitudes entre las centrales es que están de acuerdo en que el piso de las subas salariales debería ser del 25%. También surgieron posturas similares a la hora de plantear una eventual reapertura de las paritarias a mitad de año ante la incertidumbre inflacionaria.
El Gobierno ya le bajó las pretensiones a la CGT oficialista, que presentó dos alternativas vinculadas con el impuesto a las ganancias: excluir del pago del tributo a los salarios inferiores a 20.000 pesos, o elevar el umbral del mínimo no imponible a 9134 pesos para los solteros sin hijos y a 12.494 pesos para los casados con dos hijos. Esto quiere decir, un alza superior al 50%. El pedido de la central de Caló fue incluso superior al que había presentado Moyano.
La Presidente había prometido a la CGT de Caló una definición sobre Ganancias en el primer trimestre del año. A los sindicalistas no les convenció la propuesta inicial que surgió hasta ahora en el Gobierno: subir 20% los topes del mínimo no imponible.
Los dirigentes de la CGT oficialista reconocieron que hay desconcierto sobre la estrategia del Gobierno en cuanto a Ganancias. No saben cuándo se efectivizará el aumento prometido por la jefa del Estado y ya dan por hecho que la mejora estará lejos de sus pretensiones.
"[Ganancias] es un tema que viene atrasado y la propuesta es cambiar las escalas. Hay que dedicarse a eso y en el medio puede haber alguna otra alternativa por algún tiempo. Pero la discusión es ésa y a partir de ahí después discutir paritarias", dijo el textil Jorge Lobais.
Lobais integra la CGT alineada con la Casa Rosada. Ayer, el gremialista sugirió que apoyaría una eventual re-reelección de la presidente Cristina Kirchner, y hasta afirmó que aceptaría un alza salarial del 20%, a pesar de que otros dirigentes de su misma central demandaron un 25% o más, como fue el caso del maquinista ferroviario Omar Maturano, que pidió un 28%.
Sergio Romero, secretario de Políticas Educativas de la CGT oficialista y líder de la Unión de Docentes Argentinos dijo que "de nada sirve luchar por un porcentaje de aumento desorbitante si no se logra erradicar el deterioro del salario por la constante inflación y el aberrante impuesto a las ganancias, que es injusto", manifestó en un comunicado, la semana pasada.
Desde el moyanismo, el diputado nacional y referente de los canillitas, Omar Plaini, fue el que plantó la postura del gremialismo opositor. "Antes de discutir salarios hay que resolver Ganancias, que es la cuestión de fondo. Nosotros planteamos una gran reforma tributaria desde hace varios años", dijo Plaini.
Además, el sindicalista reconoció que a pesar de la fractura de la CGT, la agenda de reclamos sigue siendo similar y se mantendrá hasta encontrar respuestas. "Todos coincidimos, lo que demuestra que la división fue por una cuestión política. Todos hablamos de negociar [salarios] con un piso del 25%, aunque el pedido podría ser mayor de acuerdo con cada actividad", señaló.
En tanto, Moyano reunirá mañana al consejo directivo de su CGT para unificar su postura sobre la negocación salarial. Fijarán que el piso de las paritarias debería ser de un 25% y que antes debe haber un gesto del Gobierno para mejorar el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias.
El Gobierno y los empresarios anhelan que las paritarias no superen el 20% y que los acuerdos que se firmen sean anuales. Como parte de la política de control y monitoreo, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, citó ayer al gremio bancario y a las cámaras empresariales del sector para conocer en detalle el convenio temporal que habían acordado la semana pasada y que contemplaba una suba del 24,3% para el primer trimestre del año.
Y mañana habrá un nuevo encuentro en la cartera laboral con las partes para evitar que prospere el acuerdo y reabrir una nueva negociación, lo que evidencia la preocupación del Gobierno.