Resuelven el misterio de la momia de Alemania
Así como no todo lo que brilla es oro, no todo lo que está vendado es momia.
Muchos se sorprendieron cuando Alexander Kettler, un niño de 10 años residente en Diepholz (Alemania), el verano pasado encontró una momia dentro de un sarcófago mientras jugaba en su casa. A tal punto fue la sorpresa que surgieron especulaciones de todo tipo, incluso la familia de Alexander pensó que dicha momia podría haber sido traída por el abuelo del niño cuando realizaba viajes a África en la década del '50. Pero nada de eso y la explicación resultó más simple, o no tanto porque aún persiste un enigma.
La momia en cuestión no es más que un muñeco de plástico pero, algo de humano tiene. Efectivamente, la cabeza de la momia es realmente un cráneo humano, según afirmó Lutz Gaebel, portavoz de la fiscalía de Verden. También explicó que el primer escaneo de la momia los llevó a un error de diagnóstico puesto que el cuerpo plástico estaba cubierto de una sustancia que lo enmascaró.
Si bien sospechan que el cráneo podría provenir de una Facultad de Medicina, la investigación continuará para poder determinar el verdadero origen.