Rescataron a 13 víctimas de trata en un prostíbulo del Microcentro y detuvieron a la mujer que las explotaba

Una mujer fue detenida y 13 víctimas de trata de personas fueron rescatadas en las últimas horas por la Policía de la Ciudad, en pleno Microcentro porteño, en el marco de una investigación que se extendió durante un año.

La detenida era quien regenteaba un prostíbulo ubicado en tres departamentos de un edificio de la calle Suipacha al 600. Las víctimas debían dejar el 60% de lo que le abonaban sus clientes como pago de alquiler, seguridad y elementos de higiene.

El allanamiento se realizó en las últimas horas por oficiales de la División Trata de Personas de la Policía de la Ciudad, ordenado por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 11, subrogado por Julián Ercolini, y ante la Secretaría 21 de Carolina López Arnaiz.

La investigación que derivó en el reciente operativo se extendió durante un año y fue llevada adelante por la Policía porteña.

Durante la pesquisa, previa al allanamiento, los investigadores lograron determinar que en tres departamentos de distintos pisos de ese edificio ubicado en Suipacha entre Tucumán y Viamonte, una mujer regenteaba, en supuesto acuerdo con el propietario de las unidades, un prostíbulo.

Los oficiales detuvieron a la encargada del prostíbulo, una mujer paraguaya de 38 años, y secuestraron documentación. Entre lo que se llevaron había un cuaderno con anotaciones sobre el trabajo de cada mujer, $ 500.000, folletos, geles íntimos, profilácticos y nueve celulares.

Al procedimiento asistió personal del Programa Nacional de Acompañamiento de Víctimas del Delito de Trata, que entrevistó a 13 víctimas, para brindarles asistencia y asesoramiento, aunque ninguna de ellas se acogió al programa, informaron las fuentes de la Policía.

En tanto, personal de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) hizo la clausura administrativa de los tres departamentos utilizados para esa actividad ilegal.

La trata de personas implica el ofrecimiento, la captación, el traslado, la recepción o acogida de personas con fines de explotación, ya sea dentro del territorio nacional, como desde o hacia otros países. Es un delito, sin importar si hay consentimiento o no de la víctima.

Este delito constituye una de las más graves violaciones a los derechos humanos, ya que su finalidad es la obtención de una ganancia a costa de considerar a las personas como mercancías, afectando su dignidad, integridad y libertad.