Recuperar las estaciones ferroviarias
Con el cierre del servicio ferroviario a Buenos Aires, las estaciones pasaron a convertirse en lugares fantasmas, ocupados luego por familias de escasos recursos. En los últimos tiempos se han desarrollado obras que permiten que esos lugares sean destinados para beneficio de la comunidad.
El cierre de los ramales del ferrocarril -quedaron al margen los servicios en la Capital Federal y Gran Buenos Aires cuyo mantenimiento pagamos todos los argentinos y beneficia sólo a los grandes centros urbanos, que en definitiva es donde están los votos- generó numerosos inconvenientes en el interior del país.
En el caso específico de Mendoza, el golpe más duro lo recibieron algunos distritos, como es el caso de Palmira, donde se encontraban los talleres del San Martín y Monte Comán, que era la estación donde se concentraba la producción del sur mendocino para su traslado hacia el gran mercado consumidor de la Capital Federal. En el resto de la provincia, esas estaciones ferroviarias pasaron a convertirse en lugares fantasmas, que poco a poco fueron siendo ocupados por familias de escasos recursos a las que, con el tiempo transcurrido, resulta muy difícil reubicar.
A lo largo de los años, han sido numerosas las promesas que anunciaban una nueva puesta en marcha del servicio ferroviario, pero los hechos fueron por el lado opuesto. Sólo están corriendo trenes de carga y a muy baja velocidad en razón de que las vías no se encuentran en las mejores condiciones; y aún así se repiten los accidentes ya que muchos lugares no cuentan con la infraestructura necesaria.
No obstante, la ocupación de los terrenos de las ex estaciones está comenzando a revertirse positivamente en los últimos tiempos. En algunos lugares, como sucede en La Lagunita, el lugar se convirtió en un espacio cultural que surgió por iniciativa de los propios vecinos, con el apoyo de las autoridades municipales. También en Guaymallén está en construcción el denominado Centro Provincial de la Cultura, con un interesante avance de las obras que pondrá nuevamente en valor el lugar.
El Metrotranvía urbano le dará también nueva vida a la ex estación Gutiérrez, desde donde partirá el servicio; y también a la estación Luzuriaga, en Maipú, mientras las obras desarrolladas por la Municipalidad de Godoy Cruz, en la ex estación Benegas han significado un importante aporte a esa zona del departamento. En el caso de la Capital, es conocido el interés de la intendencia para dotar de valor a la ex estación terminal del Ferrocarril San Martín. Otras obras interesantes se han concretado en otros departamentos.
Ahora se anunció un proyecto para convertir en un espacio verde a lo que fuera la ex estación ferroviaria de Luján, donde ya se están concretando las obras de limpieza del terreno para posteriormente plantar árboles, sembrar césped y construir una bici senda, en una primera etapa. También en este caso, el lugar será utilizado como terminal del Metrotranvía. La antigua edificación, pese a encontrarse en un lugar estratégico de unión del radio céntrico con la ruta 40, se había convertido también en un asentamiento inestable.
Si bien es cierto que Mendoza debe seguir reclamando la recuperación del ferrocarril a Buenos Aires y también la puesta en marcha del Trasandino, mientras esas posibilidades se concreten deben realizarse obras para evitar la ocupación indebida de los predios de las estaciones ferroviarias y destinar los lugares a actividades que irán en beneficio de toda la comunidad, como está sucediendo en varios departamentos.