Recreando la historia: el día a día de los cazadores de tesoros
Aunque perseguir un tesoro pueda parecer propio de ciencia ficción, lo cierto es que existen muchos aficionados que van en búsqueda de reliquias.
Cuando vemos en las películas a los cazadores de tesoros a todos se nos dispara la imaginación de poder ir en búsqueda de los botines piratas más increíbles de la historia. Viajar, explorar y encontrar montones de oro, joyas, piedras y reliquias extrañas ocultas en el algún lugar del mundo.
No obstante, no todo se basa en las grandes fortunas ocultas, para algunos aficionados el encontrar antigüedades conlleva un gran valor. Así es en el caso de Marcos Bonino de Quebracho Herrado, Córdoba y José Antonio Nadal Tornero de España. Para ambos, un “tesoro” es todo aquello que puedas encontrar bajo tierra y represente un momento histórico.
La historia puede ser emocionante así como también angustiante, traumática y trágica. A través de las antigüedades, los buscadores de tesoros pueden ir a diferentes momentos históricos a través de los objetos que encuentran.
Marcos y José tuvieron la misma motivación para comenzar con su aventura: historias familiares. En el caso de Marcos, su familia encontraba objetos pertenecientes a la Guerra de Quebracho Herrado de 1840, aunque si bien sus abuelos y tíos no le daban la importancia que ameritaba, estas historias sí lo fueron para él.
“Un día estaba en la playa con mi familia y ví a una persona con un detector de metales, mi pensamiento en ese momento fue ´nunca voy a poder tener uno de esos´, sin embargo mi esposa me apoyó y un día lo compré. A partir de ese momento vivimos muchas aventuras en familia”, comentó Bonino.
En el caso de José, su búsqueda comenzó gracias a las historias que su padre le contaba sobre los piratas y bucaneros. “A partir de ese momento empecé a investigar sobre los tesoros enterrados que todavía no fueron descubiertos”, expresó.
José lleva 35 años como detectorista y en su trayectoria encontró muchos objetos desde anillos de plata, oro, diamantes, pulseras,monedas y relojes. Sin embargo, su mayor deseo es encontrar la famosa mesa de Salomón y su anillo.
La tarea de la detección no es para nada sencilla, requiere una investigación a fondo de los posibles lugares donde se hable de tesoros del pasado, de las guerras y de los caminos reales.
Las herramientas que se utilizan dependerá de la zona que explores. “Para la detención lo primero que necesitás es un detector de metales, el pinpointed, el gpr o georadar, la pala y el sand scoop cuando vas a la playa”, explicó Nadal Tornero.
“Hay mucha gente que me critica porque dice que lo que yo saco es basura. Para otras personas estas cosas no tienen valor pero para nosotros tienen un valor muy grande. Muchos detectoristas piensan que van a comprar un detector y van a sacar oro, pero eso no es cierto; muchas veces entierran ellos mismos las cosas para grabar un video”, señaló Bonino y agregó, “Nosotros tenemos un canal de Youtube no para hacer plata ni nada por el estilo sino que lo hago para dejar una huella: queremos que nuestros nietos sepan lo que hacía su abuelo”, finalizó Marcos.
Mitos y leyendas: los tesoros más valiosos que no fueron encontrados
El tesoro de Moctezuma
Ocurrió en 1520, cuando los aztecas de Tenochtitlan decidieron acabar con la opresión de Hernán Cortés y sus seguidores. Los españoles habían conseguido hacerse con un importante trofeo, después de conseguir hacerse con el tesoro de Moctezuma casi por casualidad, cuando tras derribar una puerta encontraron miles y miles de planchas de oro de incalculable valor. Pero el preciado premio se perdió para siempre en la Noche Triste.
Cuando los aztecas decidieron atacar a los españoles, muchos de ellos decidieron enterrar su tesoro durante la batalla, eligiendo muchos de ellos una cueva cercana a una cuenca seca que rodeaba la ciudad. Muy pocos soldados españoles consiguieron salir con vida. A día de hoy, poco o nada se sabe de uno de los mayores tesoros de la historia: las andanzas de un corsario que pudo haberlo robado o incluso el rumor de que está en Cataluña son las dos mejores pistas.
Ciudad perdida de Paititi
Una leyenda indica que la selva tropical que se encuentra en el sudeste de Perú, el norte de Bolivia y el suroeste de Brasil esconde la mítica Paititi, la ciudad perdida de los incas presuntamente fabricada en oro. Hasta el momento, ninguna de las ruinas de las antiguas ciudades de Sudamérica corresponde a ese lugar, que tendría viviendas y caminos fabricados con ese metal precioso.
La Flor del Mar
Flor de la Mar es una fragata portuguesa de 400 toneladas construida en el 1500. Fue uno de los barcos más importantes de la naval portuguesa, pero en 1511 fue sorprendido por una importante tormenta que lo hizo naufragar. En esa oportunidad el barco llevaba un inmenso tesoro valuado en nada más y nada menos que 2600 millones de dólares, más 54 431 kg de oro. Se estima que cada kilogramo de oro vale, aproximadamente, unos 49 000 dólares. El capitán del barco logró salvarse, pero el tesoro y gran parte de la tripulación se perdieron en las olas.
El buque y su localización han sido la causa de controversia, el cual está declarado como conflicto con Indonesia y Malasia por el rescate de este.
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