Recorrió el centro de la ciudad en parapente
Un hombre de 31 años protagonizó esta mañana un inédito vuelo por la avenida 9 de Julio, parte de la zona del centro de la ciudad y Puerto Madero, donde finalmente aterrizó, aunque al hacerlo fue demorado por personal de la Prefectura, acusado de poner en riesgo el "espacio aéreo".
El protagonista de este extraño sobrevuelo sobre el centro de la Ciudad de Buenos Aires, Hernán Pitocco, es un experimentado "parapentista" que incluso participa en competiciones internacionales, y luego de su experiencia bromeó ante la prensa diciendo que "tenía que llegar a una entrevista" y por eso se decidió a "volar" para evitar los embotellamientos de tránsito.
Pero posteriormente se indicó que la "movida" formaba parte de una acción promovida por una marca de bebidas energizantes.
El propio Pitocco, en declaraciones telefónicas con el canal de noticias TN, dijo desde Puerto Madero, donde aterrizó, que fue "un vuelo bastante agradable" y que le permitió llegar "adonde tenía que llegar".
Vestido con saco y corbata y con el casco todavía colocado, el parapentista aseguró en su diálogo con la prensa: "Desde arriba ví piquetes, embotellamientos, las luces de los edificios, el río; la
gente que caminaba me saludaba contenta. Creo que fue algo agradable para el público".
Su sobrevuelo partió desde la plazoleta ubicada en la avenida 9 de Julio entre Venezuela y Belgrano, pasó por el edificio donde actualmente funciona el Ministerio de Salud de la Nación, siguió por "la avenida más ancha del mundo", pasó por el histórico edificio del Teatro Colón y terminó en Puerto Madero, el barrio más nuevo de la Ciudad.
Según contó el propio deportista, usó "un parapente normal, de tela, y un paramotor, que es una mochila con una hélice", con la cual se ayudó para completar el vuelo sobre parte de la Ciudad.
Cuando le preguntaron por el delito por el cual se lo acusaba, no se mostró demasiado preocupado: "Fue un vuelo controlado. Las condiciones meteorológicas eran favorables y se hizo exactamente lo que estaba planeado. Planeé un vuelo que no afectara la seguridad aérea. Y en ningún momento se puso en peligro la seguridad de nadie", dijo.
Reconoció que no tenía el permiso necesario para realizar este sobrevuelo, pero enseguida señaló al respecto: "No pedí autorización porque no existe autorización para este tipo de vuelo".
También dijo que "muchas veces" hizo cosas parecidas, por ejemplo en Europa, aunque "nunca sin autorización, como ahora".
Después de señalar que en su vuelo se desplazó a "unos 45 ó 50 kilómetros por hora", Pitocco le restó importancia al hecho de haber sido demorado: "Creo que va a salir todo bien. Está bastante
claro el tema", indicó mientras era rodeado por efectivos de la Prefectura, junto a los diques de Puerto Madero.