Recitales en River: ausencia del Estado
* Por Enrique Banfi, Presidente Asociación Civil Vecinos de Belgrano. El domingo 18 de septiembre de 2011 llega a la Argentina el grupo de rock Red Hot Chili Peppers, para presentarse en el estadio River Plate.
Con autorización oficial, desde el 5 de Julio está abierta la venta de las entradas al recital. La oferta de los organizadores incluye presenciar el show desde el campo de juego incluso.
El año pasado Gobierno de la Ciudad reconoció el grave problema de las vibraciones y de las rajaduras en los edificios producidos por los recitales. Lo hizo después que los contundentes informes técnicos confirmaran fehacientemente los daños que ocasionan en los edificios ubicados hasta tres kilómetros a la redonda, que desde hacía tiempo atrás denunciábamos los vecinos.
Para justificar la continuación de los recitales se inventó la idea de la alfombra mágica. Vimos remeras amarillas saltando sobre una tarima. Planteamos que era una falacia mediática. Bastó la pregunta ¿en qué parte del mundo se solucionó este grave problema de esa forma? Sabíamos que en ningún lugar. En las ciudades del mundo donde ocurrió el destructivo fenómeno se solucionó prohibiendo los recitales o construyendo estadios aptos, pues es sabido que en estos mega eventos los jóvenes saltan y es indispensable disponer de espacios que eviten las consecuencias.
Ahora, en una nueva demostración de negligencia, las autoridades tratan de despegarse del tema mediante un decreto en el que transfieren la responsabilidad a los organizadores y al público. Todo avalado por un fallo que levantó de manera silenciosa lo dispuesto por otra Sala, ignorando la decisión de Jueces que habían estado presentes percibiendo las oscilaciones ocasionadas durante los shows de AC/DC el 4 y 6 de diciembre de 2009 y de Metallica el 21 y 22 de enero de 2010.
La construcción de un estadio de rock es más costosa, pero ésta debería ser preocupación de los organizadores de espectáculos. La Seguridad Pública en cambio, le cabe de manera intransferible al Estado.
A pesar de nuestras reiteradas denuncias y de los informes técnicos presentados no se está midiendo la frecuencia natural de los estadios. El de River Plate estaría muy por debajo de lo aceptado por las normas internacionales.
Sin embargo el Gobierno de la Ciudad transfiere la responsabilidad a terceros, sean éstos los organizadores o el público, lamentable actitud que significa que si ocurriera una tragedia la culpa la tendrían otros...