Recetas de mamá y de la abuela que nos transportan en el tiempo
Ya hablamos de los postres de la abuela, hoy llegó el turno de los salados. ¿Qué platos te transportan a la infancia?
Hace unas semanas hablamos de aquellos postres y recetas dulces que nos recuerdan a nuestra infancia y abuelas. Hoy, vamos a hablar de los platos salados, clásicos de los hogares.
Por más que probemos los mejores platos, las más elaboradas y selectas del mundo, aquellas recetas que nos hacía nuestra mamá o abuelas cuando éramos chicos, no las cambiaríamos por nada.
Se trata de seas comidas cuyo aroma nos remonta a nuestra infancia y nos traen recuerdos. A continuación, vamos a hacer un breve repaso por aquellos platos y esperamos que vos nos cuentes cuáles son los sabores que te marcaron cuando eras chico.
Bombas de papa o croquetas: ésta sí es una receta de mi mamá. Nunca probé otras croquetas tan ricas como las que ella hace. De papa, rellenas con queso fresco y cubiertas con una capa crocante de pan rallado.
¡Imperdibles! Con el queso derretido que se les cae, las capas de pan rallado crocantes. Ideal para acompañar con una ensalada.
Albóndigas: otra receta típica de las madres y abuelas. Recuerdo en mi casa, robarlas al momento de la cocción para poder probarlas antes de la hora de la cena.
Si bien en la mayoría de las familias se las suele comer como acompañamiento de las pastas, otra variante ideal es con salsa de tomate y con puré de papas como guarnición.
Pastel de papa: ¿acaso existe una comida más rica que esta? Relleno de carne, con cebolla, huevo duro y ají, es una de las comidas predilectas del invierno. Una buena variante, es reemplazar la carne por atún o pollo.
Algunos detalles que no pueden faltar para un excelente pastel: queso fresco adentro, en medio del relleno, para que se derrita y queso rallado en la parte superior, para que se gratine en el horno y quede dorado. ¡Un show!
Mayonesa de atún: ésta es sin dudas LA receta de mi mamá. Simple, pero efectiva. Papa con atún, mayonesa y algunos otros ingredientes "secretos" que le dan sabor. Se come frío y se puede acompañar con fiambre o ensalada.
Este plato, aunque no tiene nada de extravagante, realizado como mi mamá lo hace, no lo vi nunca y seguro sea por eso que me gusta tanto.
Por último, pero no menos importante, sin nos referimos a los platos que realizaban nuestras madres o abuelas cuando éramos chicos, no pueden faltar las milanesas. Otra comida simple y rica que aunque practiquemos y practiquemos, nunca vamos a poder hacer igual que mamá, ¿por qué será que siempre todos creemos que las milanesas de nuestra madre son las mejores?
Estos son algunos de los sabores que me remontan a mi infancia. Algo así como le ocurre al crítico de la película Ratatuille, que probó los mejores platos, pero que se deslumbró con uno que el ratón le hizo que lo transportó a cuando era chico.
Contanos vos, qué platos te recuerdan a épocas anteriores y cuáles son aquellos que nadie puede preparar como tu mamá o tu abuela.