Rearmar el sistema tributario y la coparticipación federal

Fabián Medina

Economista.

En nuestro país desde hace ya mucho tiempo se ha establecido un régimen tributario y no un sistema tributario, pero ello se ha acentuado en los últimos años. Puesto que hasta 2003 la presión tributaria era del 23% mientras que en los últimos meses de diciembre 2019 la misma arribó al 54%, midiendo la presión total que no es ni más ni menos que la sumatoria de los tres estados -nacional, provincial y municipal- para que se entienda mejor todo ello podemos decir que por cada $100 que una persona gasta $54 son impuestos. 

Sobre el tema también puedo incluir que deberían eliminarse un número de 30 a 34 impuestos nacionales de los 40 en total que posee nuestro país y que representan el 10% de la recaudación total. Entonces para decirlo más claro aún en 6 impuestos se concentra el 90% de la recaudación total del país.

Tengamos en cuenta que la recaudación total de nuestro país se encuentra cercana a los $ 4.800.000.000.000 este año contra un PBI a precios de mercado del orden de los $ 9.000.000.000.000, todos estos números generan en definitiva cuellos de botella en cuanto a los medios de producción y generación de empleo necesaria para el crecimiento de nuestro país y l producirse este tipo de efecto llevan en un plazo más cercano que lejano hacia la tendencia a la recesión con inflación que poseemos.

En el orden de lo necesario en el aspecto tributario debemos ser racionales y previsibles para proveer a nuestra Nación de la seguridad jurídica necesaria y permitir que lleguen las inversiones tan necesarias para el crecimiento de nuestra economía y salir de una recesión inútil en este momento de la economía global.   

Si seguimos reencauzando las cosas en este camino establecido hasta ahora sin menospreciar a los trabajadores -que son quienes más sufren los períodos de recesión e inflación como consecuencia de poseer ingresos fijos- estaremos todos dispuestos a realizar el esfuerzo que nos pidan, pero si en cambio empiezan a establecerse puntos de contactos en los cuales no se incluyan a los trabajadores será necesaria la intervención que tenga que realizarse para explicarle a la gente cuáles son las medidas que toman y que todos tomen conocimiento de los efectos que ellas tendrán sobre su forma de vida.

En forma conjunta con el sistema tributario debe rearmarse el subsistema que corresponde a la Coparticipación Federal de Impuestos que a hoy posee una antigüedad de más de 30 años y de acuerdo a la reforma Constitucional de 1994 debía realizarse como mucho en 1996 ya que a hoy y como siempre luego de períodos altamente inflacionarios que quedaron evidenciados en los anteriores 4 años con el 300% de acumulación entre 2015 y 2019 se encuentran completamente desfasados en la relación real Nación-Provincias en el orden de 82-18, respectivamente. 

En el nuevo subsistema debemos entender que la relación debería encontrarse como mínimo en un 70-30 y de allí cuanto más se pueda mejor con todos impuestos coparticipables para no existir la necesidad de parches con la creación de nuevos impuestos de afectación directa aunque anteriormente debe realizarse la creación de un fondo mínimo de reservas para catástrofes en los territorios provinciales para que al ser necesario la Nación no tenga que recurrir a los suyos ni a la emisión.