Reabrirán la causa por la muerte del papá de Nicolás Pachelo: investigarán un parricidio

"Mis hijos siempre supieron, le echaron la culpa a Nicolás de que lo había matado a Roberto y a María Marta (García Belsunce) también", dijo Jacqueline Barbará (78), la exmadrastra de Pachelo, sentada en los Tribunales de San Isidro. No fue la primera en acusar a Nicolás Pachelo por el crimen de su padre, Roberto Luis Pachelo, que murió en 1996.

Antes, Mariano Maggi (53), dueño de una concesionaria que denunció a Pachelo por la compra de una camioneta con cheques denunciados por robo había contado un intercambio por teléfono: “Si tuve los huevos para matar a mi padre, imagínate lo que puedo hacer con vos. Matarte no me significa nada”, le habría dicho.

Esa seguidilla de acusaciones derivaron en el testimonio de Hernán Coudeu (51), el hermanastro de Pachelo, y en el de Francisco Pachelo (40). Este último, sin tapujos, lanzó: "Cuando tenía tres años, prendió fuego un colchón donde yo dormía. Es un psicópata y un asesino, no me cabe ninguna duda de que mató a mi padre".

La mochila "de mentiras" que Jacqueline Barbará dijo cargar "hace 30 años" ahora tendrá su correlato judicial. El juez Diego Efraín Martínez, titular del juzgado de Garantías de Tigre, convalidó el pedido de los fiscales Patricio Ferrari, Federico González y Andrés Quintana, de investigar a Pachelo por la muerte de su padre.

En la resolución pidieron con "carácter urgente" al Tribunal Oral N° 4 que se remitan las grabaciones de las audiencias del juicio por el Crimen de María Marta García Belsunce y que tengan relación con la muerte de Roberto Pachelo.

Una vez que esos testimonios estén volcados en el expediente les tomarán declaración testimonial a Jacqueline Barbará, la madrastra de Pachelo; Hernán y Sebastián Coudeu, sus hermanastros; Francisco y Agustín Pachelo, hermanos de Nicolás. Además, a Rodolfo Pachelo, el hermano de Roberto; Dionisio Simón y Daniel Alberto Casanova, empleados de la tosquera familiar. También citarán a Maggi para que conste la afirmación que le realizó por teléfono.

La versión de Nicolás Pachelo sobre la muerte de su padre

La investigación por la muerte de Roberto Pachelo se había archivado como suicidio. Para Nicolás Pachelo fue por "los testimonios de Barbará, Simón y de Inés Dávalos", donde "todos reconocen el mal momento que estaba pasando".

"Estaba solo como un perro en medio del campo. Yo me había ido a vivir un mes antes porque él me pidió que lo acompañe porque estaba solo", dijo a Clarín en relación a los últimos momentos de su vida.

"Yo no sé qué le habrá pasado por la cabeza pero sé que estaba pasando el peor momento de su vida con respecto a la droga, no tengo dudas. Tiene que haber alguna prueba nueva pero todo lo que hay está desde el '96. Lo único nuevo es la declaración de Francisco que tenía 14 años en ese momento", especuló. Y consideró que el pedido de la reapertura es un "golpe de impacto" de la fiscalía.

Entre los elementos que utilizó la fiscalía para argumentar el pedido, además de los testimonios de la familia de Roberto y Nicolás Pachelo, se sumó el peritaje practicado sobre las manos de la víctima donde, afirmaron, "surge como conclusión que en las muestras correspondientes de ambas manos no se comprobó presencia de restos de deflagración de pólvora". 

Los fiscales también recordaron el testimonio del vigilador Casanova que dijo que Roberto "tenía problemas con Nicolás" y que el hijo "no tenía ningún sentimiento hacia su padre". Todo eso basado en que, luego de la muerte de Roberto Pachelo, había encontrado una serie de fotos que rescató de un misterioso incendio en la casa donde había muerto (encontraron una garrafa de 45 kilos abierta en el lugar) y que "al consultarle a Nicolás qué hacer con ellas, él las dejó en un remolque para luego dispararles con una carabina 22 terminando así con su destrucción", cita.

La prescripción de la muerte de Roberto Pachelo quedó suspendida por los antecedentes penales que acumuló Nicolás. Los robos en la Ciudad de Buenos Aires en 2003 y 2004 por los que fue condenado en 2005. Y luego por la de 2015, por tenencia de estupefacientes para su comercialización en una fiesta electrónica. 

"A partir del 20 de diciembre de 2015 comenzó a transcurrir el curso de la prescripción del evento objeto de estudio en la presente, por lo cual la acción penal se encuentra plenamente vigente", concluyeron en el pedido de reapertura.