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RatingCero.com: Prohibida para garcas

Hoy le dedicamos unas líneas a esas personas que saben que hablamos de ellas; con perdón de quien no la agarre. El sayo le cabe al que le cabe y el resto, gracias por leer.

Por Rodrigo Lussich
@rodrigolussich

Por Adrián Pallares
@adrianpalla


Ya hemos dicho que el que se enoja pierde y no es ninguna novedad, en un medio en el que a los famosos les encanta que se hable de ellos, pero no lo que ellos no quieren que se sepa. RatingCero.com suele hacerlo y no dependemos de la confirmación o desmentida de lo que contamos, puesto que nos dedicamos a un género basado en rumores.

Lo que queremos aclarar en nuestra nota de hoy, como línea editorial de nuestra página, es que lamentamos las ofensas pero que les facilitaremos el trabajo a los "garcas" que se quejen de nosotros: millonarios que ni pagando hacen un éxito; bailarinas con aspiraciones a diva que viven del escándalo; periodistas y mediáticos busca pleitos para figurar... quédense tranquilos que no hablaremos más de ustedes.

Gacetilleros, desmentidores oficiales, operadores de poca monta, maestros ciruelas que no pueden enseñarle a nadie; pueden despotricar tranquilos que por aquí, las balas no pasarán.

Lejos de la soberbia; tenemos y escribimos, dirigimos y llevamos adelante este medio digital que no para de crecer; equivocándonos y aprendiendo de las equivocaciones, pero tratando de superarnos a diario, de hacerlo de una manera distinta y creciendo siempre. No le enseñamos a hacer periodismo a nadie pero tampoco pretendemos que lo hagan con nosotros.

RatingCero.com es la página de espectáculos con mayor crecimiento exponencial, superando las dos millones de páginas vistas -clicks en nuestras notas- en un día; desde el impacto de nuestras notas, su diseño, diagramación, títulos, fotos y data que posteamos a diario. En un año hemos conseguido mucho, y vamos por más. Con el trayecto transcurrido, nos creemos -humildemente- con el derecho a elegir de quiénes queremos hablar y de quiénes no.

Lejos de abrir paraguas cuando no llueve, solo teníamos ganas de decirle a los garcas de turno, ninguneadores profesionales y fáciles de ofender, que por aquí ya no pasarán. Muy amables.