Quilmes no pudo con Ferro
El equipo de Caruso Lombardi arremetió a los de Caballito pero el partido terminó 0-0. Con este resultado, el cervecero quedó a tres unidades de River.
Quilmes, uno de los animadores del torneo de fútbol de la Primera B Nacional, hilvanó su tercer empate consecutivo sin goles, esta vez de local y frente a Ferro Carril Oeste, que sumó su tercera jornada sin victorias, y quedó en el cuarto puesto, en un encuentro por la 25ª fecha.
Con este resultado, el equipo que dirige Ricardo Caruso Lombardi, con 45 puntos, se mantuvo en zona de Promoción, con lo que hoy jugaría contra un equipo de la Primera A (San Lorenzo) por uno de los ascensos a la máxima categoría del fútbol argentino.
Por su parte, el elenco de Caballito, dirigido interinamente por Marcelo Broggi (tras la sorpresiva renuncia de Mario Gómez), pero donde asumirá mañana Carlos Trullet, con 35 unidades, quedó muy lejos de la Promoción por un ascenso, su objetivo.
Quilmes asumió el protagonismo, con un Miguel Caneo muy activo, pero le faltó juego y careció de profundidad. Es una realidad inobjetable que extraña a su goleador Fernando Telechea (11 conquistas), quien sufrió la fractura del tercio inferior de la tibia derecha y se perderá el resto del campeonato.
Ferro, por su parte, aguantó el asedio inicial del equipo local, después peleó el partido en la mitad de la cancha y apostó a la potencia de sus dos delanteros, Luis Salmerón y Osvaldo Miranda.
Dentro de ese contexto, casi no hubo llegadas y los arqueros se convirtieron en simples espectadores del encuentro.
Tampoco contribuyó al juego la lluvia que cayó en el sur del Gran Buenos Aires. Si bien la cancha aguantó bien, el agua hizo un partido pesado y le "quitó piernas" a los jugadores.
Pero más allá de los esquemas, los dos equipos lucharon mucho más de lo que jugaron, aunque siempre Quilmes buscó más que Ferro, un equipo que recibe pocos goles, pero que a la vez marca pocos.
El equipo local en el segundo tiempo mantuvo su ambición y buscó el gol, con Caneo como generador de fútbol, pero con mayor tranquilidad.
El gran déficit de Quilmes estuvo en la delantera, ya que Martín Cauteruccio y Facundo Diz no gravitaron. De hecho Caruso Lombardi movió el banco, Pablo Vázquez por Diz y Sebastián Romero por Jacobo Mansilla, para darle más dinámica y profundidad al equipo.
Ferro, ante esto, se replegó aún más, con lo que defendió cerca de su arco, y prácticamente se olvidó de jugar. Marcelo Berza y Jonathan Schunke, los dos centrales, fueron los pilares de la defensa. Y Jorge Pereyra Díaz y Marcos Acuña, los volantes externos, le dieron oxígeno al equipo.
Quilmes sumó gente en ataque, pero le faltaron ideas y claridad. A los 32 minutos tuvo la más clara en los pies de Romero, pero Carlos de Giorgi se lució ante su disparo.
Después hubo alguna que otra llegada en los pies de Caneo, por el lado local, o de Salmerón, por la visita, pero la igualdad quedó sellada.
Con este resultado, el equipo que dirige Ricardo Caruso Lombardi, con 45 puntos, se mantuvo en zona de Promoción, con lo que hoy jugaría contra un equipo de la Primera A (San Lorenzo) por uno de los ascensos a la máxima categoría del fútbol argentino.
Por su parte, el elenco de Caballito, dirigido interinamente por Marcelo Broggi (tras la sorpresiva renuncia de Mario Gómez), pero donde asumirá mañana Carlos Trullet, con 35 unidades, quedó muy lejos de la Promoción por un ascenso, su objetivo.
Quilmes asumió el protagonismo, con un Miguel Caneo muy activo, pero le faltó juego y careció de profundidad. Es una realidad inobjetable que extraña a su goleador Fernando Telechea (11 conquistas), quien sufrió la fractura del tercio inferior de la tibia derecha y se perderá el resto del campeonato.
Ferro, por su parte, aguantó el asedio inicial del equipo local, después peleó el partido en la mitad de la cancha y apostó a la potencia de sus dos delanteros, Luis Salmerón y Osvaldo Miranda.
Dentro de ese contexto, casi no hubo llegadas y los arqueros se convirtieron en simples espectadores del encuentro.
Tampoco contribuyó al juego la lluvia que cayó en el sur del Gran Buenos Aires. Si bien la cancha aguantó bien, el agua hizo un partido pesado y le "quitó piernas" a los jugadores.
Pero más allá de los esquemas, los dos equipos lucharon mucho más de lo que jugaron, aunque siempre Quilmes buscó más que Ferro, un equipo que recibe pocos goles, pero que a la vez marca pocos.
El equipo local en el segundo tiempo mantuvo su ambición y buscó el gol, con Caneo como generador de fútbol, pero con mayor tranquilidad.
El gran déficit de Quilmes estuvo en la delantera, ya que Martín Cauteruccio y Facundo Diz no gravitaron. De hecho Caruso Lombardi movió el banco, Pablo Vázquez por Diz y Sebastián Romero por Jacobo Mansilla, para darle más dinámica y profundidad al equipo.
Ferro, ante esto, se replegó aún más, con lo que defendió cerca de su arco, y prácticamente se olvidó de jugar. Marcelo Berza y Jonathan Schunke, los dos centrales, fueron los pilares de la defensa. Y Jorge Pereyra Díaz y Marcos Acuña, los volantes externos, le dieron oxígeno al equipo.
Quilmes sumó gente en ataque, pero le faltaron ideas y claridad. A los 32 minutos tuvo la más clara en los pies de Romero, pero Carlos de Giorgi se lució ante su disparo.
Después hubo alguna que otra llegada en los pies de Caneo, por el lado local, o de Salmerón, por la visita, pero la igualdad quedó sellada.