Quieren excluir al Ejército de operativos anti narcotráfico
La intención de fondo de la Argentina es evitar que las Fuerzas Armadas participen activamente en la lucha contra el narcotráfico.
Extraído de La Nación
Por Martín Dinatale
Será mucho más que un puja retórica entre países. En rigor, la intención de fondo de la Argentina y de otros gobiernos de la región es evitar que haya una ola de contagio para que las Fuerzas Armadas participen activamente en la lucha contra el narcotráfico.
Con la intención precisa de fijar fuertes límites a los militares en el combate contra los narcos, el Gobierno empezó a tejer una red de contactos con países como Chile, Uruguay y Venezuela.
Los funcionarios argentinos dialogan con todos sobre un mismo objetivo: impedir que se establezca un consenso generalizado en América latina sobre la necesidad de sacar los tanques a la calle para disparar contra las bandas de narcotraficantes, más allá de la independencia de criterio de cada país a la hora de diagramar la política interna.
Según pudo saber LA NACION, esta estrategia disuasiva está siendo llevada adelante por el ministro de Defensa, Agustín Rossi, a lo que se suma una colaboración logística desde la Cancillería.
El escenario para desplegar este esquema discursivo se dará en los primeros días de junio, cuando se realice en Perú la próxima cumbre de ministros de Defensa de América latina.
"Hay que tratar de establecer una posición en común y frenar la idea generalizada de los últimos tiempos, donde se muestra como algo natural que las Fuerzas Armadas se ocupen directamente de la lucha contra el narcotráfico", evaluó una fuente de la Casa Rosada que trabaja en los últimos días en esta estrategia.
Por otra parte, un destacado funcionario del Gobierno añadió que se buscará que en la cumbre de Perú "no impere el debate de la seguridad interior sino el de defensa externa".
De todo esto empezó a hablar Rossi con sus pares de Defensa de Chile, Uruguay y Venezuela. Con cada uno de estos países hay coincidencias en trasladar este debate a la cumbre de Defensa en Perú. La Cancillería también apuntaló con sus embajadores la idea de sostener el mismo eje en varios países latinoamericanos.
Para imponer esta postura, la Argentina intentará plantear los riesgos que significaría para las democracias de la región utilizar a las Fuerzas Armadas en seguridad interior. "Al sacar los tanques a la calle como algo natural en el combate contra el narcotráfico se corre el riesgo de volver a la época de las dictaduras, con las severas implicancias que ello traerá", comentó un funcionario.
No será sencillo dar este debate para la Argentina en la cumbre de Perú y por eso empezó a coordinar el mensaje con algunos países vecinos.
Pero hay una postura claramente contraria a esta idea en lugares como Brasil, Ecuador, Venezuela, Perú y Colombia, donde las Fuerzas Armadas tienen, con matices, una participación activa en la lucha contra el narcotráfico.
La idea de contrarrestar este discurso en el ámbito latinoamericano también tiene un justificativo, de cara al ámbito doméstico de la Argentina. Varios funcionarios de la Casa Rosada coincidieron en explicar a LA NACION que hay "mucha preocupación" en el Gobierno por el mensaje que viene ganando espacio en la sociedad respecto de la necesidad de sacar el Ejército a la calle para combatir el narcotráfico.
De hecho, este debate empezó a dividir al gobernador Daniel Scioli con el kirchnerismo. El hermano del gobernador y presidente del Movimiento Desarrollo Argentino, José "Pepe" Scioli, reclamó hace unos días la incorporación de "las Fuerzas Armadas a la pelea contra el narcotráfico, que tiene una directa relación con la violencia que se ejerce en el delito".
Esta postura es acompañada por algunos dirigentes de centroderecha, aunque no está abiertamente planteada.
En el Gobierno creen que la idea de ganar este debate en el plano internacional servirá para contrarrestar las voces internas que exigen mano dura y un ejército activo contra los narcotraficantes.