Quiere usar pollera, ¿y qué?
Un hombre ha decidido luchar por una causa que pocos se animarían a defender.
Vladimir Fromin, de 44 años, quien reside en Kineshma, Rusia, es un hombre muy peculiar. Se convirtió en algo así como una celebridad en su país luego que fuera expulsado de la Universidad de Matemáticas por rehusarse a usar pantalones y andar con ropa de mujer.
Por supuesto, Vladimir no es el único hombre en el mundo que prefiere polleras y vestidos en lugar de pantalones, pero sus razones son absolutamente únicas. No es gay ni travesti, ni tampoco quiere llamar la atención de los medios. Lo único que quiere es defender el derecho de los hombres a usar la ropa que se les antoje. Después de todo, las mujeres usan pantalones, así que ¿por qué los hombres no pueden usar vestidos o polleras? ¿Por qué eso está considerado "raro"?
Pero su lucha por los derechos del sexo fuerte le ha traído solo problemas. Aparte de ser uno de los estudiantes más brillantes en la Universidad de Matemáticas de Ivanovo y ganarse una beca, fue expulsado por sus elecciones a la hora de vestirse, fue rechazado por la mayoría de sus amigos y parientes e incluso insultado y golpeado por habitantes de la ciudad donde vive debido a que usa ropa de mujer. A pesar de estos inconvenientes, Vladimir continúa con su lucha para que cada uno se vista como quiere y espera que algún día pueda caminar en paz con sus polleras sin ser discriminado.
Por supuesto, Vladimir no es el único hombre en el mundo que prefiere polleras y vestidos en lugar de pantalones, pero sus razones son absolutamente únicas. No es gay ni travesti, ni tampoco quiere llamar la atención de los medios. Lo único que quiere es defender el derecho de los hombres a usar la ropa que se les antoje. Después de todo, las mujeres usan pantalones, así que ¿por qué los hombres no pueden usar vestidos o polleras? ¿Por qué eso está considerado "raro"?
Pero su lucha por los derechos del sexo fuerte le ha traído solo problemas. Aparte de ser uno de los estudiantes más brillantes en la Universidad de Matemáticas de Ivanovo y ganarse una beca, fue expulsado por sus elecciones a la hora de vestirse, fue rechazado por la mayoría de sus amigos y parientes e incluso insultado y golpeado por habitantes de la ciudad donde vive debido a que usa ropa de mujer. A pesar de estos inconvenientes, Vladimir continúa con su lucha para que cada uno se vista como quiere y espera que algún día pueda caminar en paz con sus polleras sin ser discriminado.