Quiere dar a luz a un tiburón
Esta mujer piensa que pronto va a ser posible que los seres humanos den a luz distintas especies animales.
Con una población que pronto llegará a los 9 mil millones de habitantes, y la escasez de alimentos que se vuelve cada vez un asunto más problemático, la raza humana necesita soluciones sustentables si se trata de sobrevivir. A la diseñadora Ai Hasegawa se le ocurrió una idea muy controversial para resolver el problema medioambiental y los temas relacionados a los alimentos: la posibilidad de que las mujeres puedan dar a luz varias especies animales para finalmente comérselos.
Sin embargo, en uno de sus más intrigantes proyectos llamado "Quiero dar a luz a un tiburón", Ai Hasegawa trata "el problema de la reproducción humana en una era donde hay superpoblación y crisis medioambiental".
Imagina el día en que los seres humanos darán a luz a su propia comida y satisfacerán tanto sus necesidades nutricionales y el hecho de traer una vida al mundo. La mujer de 33 años dice que tener un bebé humano no es tan simple como algunos creen, especialmente en un mundo que enfrenta una creciente crisis alimenticia. Ella argumenta que traer nuevos seres humanos a este mundo no es la respuesta en absoluto, pero dar a luz a especies que estén en extinción puede ser exactamente lo que necesitamos. "Estamos genéticamente predispuestos a criar niños para pasar nuestros genes a la próxima generación, pero la lucha para criar un hijo en condiciones decentes se está volviendo cada vez más difícil debido a la superpoblación y las dificultosas condiciones medioambientales, dice Hasewaga. Y agrega que "también tenemos que comer y estamos enfrentando la escasez de alimentos que crece como resultado de una pesca exagerada, el uso de la tierra y una población en crecimiento. Dando a luz a un animal comestible daríamos más valor a las especies en peligro y prevendríamos su extinción".
"El útero humano tiene el tamaño justo para contener un feto. He estado hablando con un ginecólogo sobre las formas de hacerlo más grande. Creo que los humanos pueden usar sus úteros como un acuario o una incubadora", dice la controversial diseñadora.