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Quiénes son los enemigos íntimos de Antonio "Jaime" Stiuso, el agente más buscado del país

Con 43 años de trayectoria como agente de inteligencia, el hombre apuntado por todos los frentes supo ganarse innumerables adversarios.

Antonio "Jaime" Stiuso ingresó a la Secretaría de Inteligencia en 1972 y fue "jubilado" en 2015. 43 años cumpliendo funciones como agente de inteligencia son los suficientes para que cualquier individuo se gane enemigos a granel. Stiuso no quedó exento de esta peligrosa derivación de sus acciones y hoy las sufre con mayor intensidad que nunca, ya que en su contra se ha posicionado nada menos que la presidente de la nación, Cristina Kirchner. Sin embargo, sus enemigos íntimos son de antigua data y no se encarnan precisamente en la jefa de Estado.

Si en 2002 Stiuso vivía su mejor momento profesional, en 2015 podría decirse que su situación sufrió un giro de 180 grados. El 5 de enero de este año fue "jubilado" mediante un trámite express, que lo dejó completamente aislado y expuesto ante sus enemigos. Ni siquiera un hombre con 43 años de experiencia en tareas de espionaje pudo prever la jugada que lo dejaría parado sobre una cornisa, en el centro de la atención pública, apuntado por el oficialismo y la oposición, aunque por distintos motivos. Stiuso quedó acorralado.

2002 fue su año de apogeo porque en aquel momento fue designado como Director  General de Operaciones de la SIDE, decisión que tomaron el por entonces presidente Eduardo Duhalde y el jefe de la agencia de inteligencia, Carlos Soria. Su declive, se supone, comenzó en 2013, cuando el pacto de entendimiento que firmaron la Argentina e Irán lo dejó mal posicionado, ya que sus conocimientos sobre el atentado terrorista perpetrado en la sede de la AMIA en 1994 siempre le indicaron que los culpables eran ciudadanos de ese país de Oriente.

Entre los 11 años que separan su apogeo de su declive total, dos personajes del SIDE fueron protagonistas en ese proceso. Por un lado, Fernando Pocino, quien fuera Director General de Reunión de la SIDE. Por otro, César Milani, un sujeto cada vez más cargado de poder y confianza por parte de la Presidente. El cargo de jefe del Ejército Argentino representa un preponderancia que en estos momentos resulta crucial.

En primer lugar, Fernando Pocino, desde su puesto de Director General de Reunión, estaba a cargo del cuartel Bilinghurst. Desde allí, el hombre lideró a los denominados agentes de carrera, aquellos destinados a las tareas de infiltración. Pocino siempre mantuvo una estrecha relación con César Milani. Fue gracias a esta conexión, según la revista Noticias, que otro agente, Francisco Larcher, fue descubierto realizando acciones de contrainteligencia que podrían haber perjudicado a Cristina Kirchner. Al desenmascararlo, ambos se ganaron la confianza de la Presidente, en especial Milani.

Precisamente el jefe del Ejército es quien, junto con Pocino, representa la mayor amenaza para Stiuso. Desde su posición jerárquica, el hombre ponderado por Cristina Kirchner ya ha demostrado ser capaz de realizar acciones de inteligencia de manera extremadamente eficaz. Stiuso , el hombre que no pudo ver cómo bajaba la guillotina sobre su cuello, hoy ve claramente a sus enemigos íntimos a los ojos. Desde el anonimato y con la certeza de que este proceso será el más complicado de toda su vida.