Quién es el policía que mató a un hombre de una patada en el pecho

Esteban Armando Ramírez, detenido por patear a un hombre que causaba desmanes en el barrio porteño de San Cristóbal y provocarle la muerte, tiene 42 años -dos más que su víctima- y es oficial subinspector de la Policía de la Ciudad, a la que llegó traspasado de la Federal en 2017.

Casado, padre de dos hijos (un nene y una nena), con domicilio en Rafael Calzada, partido de Almirante Brown, tiene 20 años de antigüedad como integrante de las fuerzas de seguridad.

Fuentes oficiales consultadas por Clarín dijeron que "no tenía sanciones" en su legajo, al que tildaron de "intachable". Su familia prefiere no hablar por ahora. "Queremos ser prudentes. Hay mucho dolor por lo que pasó", afirmaron.

En su defensa, sus colegas policías advirtieron que la víctima, Jorge Martín Gómez (40), tenía un cuchillo tipo Tramontina, que fue secuestrado por la Gendarmería.

Gómez​ contaba con antecedentes en abril de 2019 por "tenencia de estupefacientes", en noviembre de 2015 por "amenazas coactivas" y en febrero 2018 por "daños".

En las imágenes de las cámaras de seguridad no se percibe ninguna actitud agresiva del hombre, quien tras la patada cayó de espaldas y se fracturó el cráneo. No obstante, desde la Policía remarcaron que momentos había amenazado a varias personas con el cuchillo, al que tenía en sus manos, detrás de la espalda, cuando el policía le dio la patada.

Los voceros remarcaron a Clarín que la intención del oficial fue "pegarle una patada para sacarle el aire y reducirlo, con la mala suerte de que el hombre se golpea la cabeza contra el piso".

En el video, se ve que Ramírez llegó en una moto y se bajó para avanzar unos pasos hacia el hombre. "Tirate el piso, levantá las manos", le ordenó a Martín. Acto seguido, lo pateó en el pecho y luego le sacó el cuchillo con un pie.

"Una actitud criminal es andar con un cuchillo por la calle, amedrentando a la gente. Si no tenés que actuar, ¿qué hacés?", planteó un funcionario sobre el accionar del policía.

Ramírez quedó detenido, acusado de "homicidio preterintencional", es decir cuando se actúa con el propósito de causar daño en el cuerpo o la salud de un tercero. Este delito contempla penas de entre 2 y 6 años de prisión. La jueza Yamile Susana Bernan lo indagó y el imputado reconoció haber sido el autor de la patada.

Como se trata de un delito excarcelable, su defensa pedirá en las próximas horas que lo liberen.

"A los que culpan de mal accionar al policía... qué hubieran dicho si sucedía esto?? nada no?? quedaría todo en, uuuhhh un ángel azul.. qué hipócritas que somos algunos argentinos... ojalá algún día nos demos cuenta del valor del trabajo del policía... y del desprecio de la vida que tiene el delincuente", escribió una allegada a Ramírez en su cuenta de Facebook.

El secretario de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro, aseguró sobre el hecho que que "no se utilizó ningún elemento contundente" para detener a Martín.

"Ni la tonfa, ni un arma letal. Se le dio una patada para mantener distancia, para luego reducirlo. Vista así la imagen es muy brutal. Pero también lo es andar por la calle con un cuchillo, donde cualquier madre con una criatura podría haber sido lastimada y la situación hubiera sido otra", expresó.

"No es solamente lo que se ve en el video, hay un llamado al 911 de una mujer, que este hombre impedía el avance del colectivo, con un cuchillo en la mano. Y luego se abalanzó, amenazante, sobre los autos que circulaban por Saavedra y Carlos Calvo", dijo el funcionario a este diario.

Según las fuentes, la causa de la muerte de Martín fueron las lesiones encefálicas ocasionadas por el golpe en la cabeza que sufrió Gómez al caer de espaldas a la calle tras recibir la patada que lo desestabilizó.

Los forenses extrajeron además muestras de sangre de la víctima para realizar estudios complementarios toxicológicos que determinarán si estaba alcoholizada o intoxicada con alguna droga, tal como se sospecha por los testimonios y las imágenes.

"Del video surge claramente que él tiene las manos hacia atrás, que en ningún momento esgrime una arma blanca y que jamás puso en peligro su vida ni la de terceros, por lo que el accionar del policía no se justifica bajo ningún concepto", señaló el abogado de la familia de la víctima, Ignacio Trimarco.

El letrado adelantó que pedirán "un cambio de carátula" por entender "que la víctima se encontraba en un estado de indefensión".