¿Quién era Miguel Quiroga, el piloto de la tragedia que estaba destinado a morir en un avión?
El capitán de la aeronave tenía una vasta experiencia. Su infancia estuvo marcada por una terrible tragedia áerea.
Miguel Quiroga, el piloto que comandaba el avión de LaMia que se estrelló en la cercanía de Medellín causando la muerte de 71 de las 77 personas que llevaba a bordo, entre ellos 19 jugadores del club Chapecoense, tenía una vida signada por la tragedia: su padre, también piloto, había muerto en un accidente aeronáutico cuando él tenía un año.
"Mi papá, Orlando Quiroga Soliz, era piloto, y murió en un accidente de aviación en Caranavi (Bolivia) en 1963, cuando yo tenía un año. El estadio de Caranavi lleva su nombre porque le gustaba mucho el fútbol y lo impulsó", comentó Quiroga en una entrevista dada al diario Los Tiempos en marzo de 2015.
Luego de la precoz pérdida de su padre, el señalado como mayor responsable de la tragedia del Chapecoense afirmó que tiempo después su madre volvió a ponerse de pareja con otro piloto, por lo que él y sus hermanos crecieron "entre aviones".
"Mi madre, Ilse Menacho, años más tarde se casó con otro piloto, Abraham Prada, quien trabajaba en el Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) y que luego fundó su propia compañía de aviones de transporte de carga. Nosotros hemos crecido entre aviones", indicó.
Asimismo, remarcó que pertenecía a una "familia de pilotos", sosteniendo que tanto él y su hermano, como su sobrino y su propio hijo, comandan aviones.
"Imagino que hay cosas que son genéticas, que te transmiten el gusto por volar. Y lo otro es el ejemplo, ves un tipo de vida que te gusta y por eso la quieres para ti", afirmó.
Los Tiempos destacó en la charla que Quiroga fue el primer boliviano en capitanear un Airbus 380, el avión comercial más grande del mundo, con capacidad para 853 pasajeros.
Además, subrayó la gran experiencia del piloto: trabajó durante 20 años en Lloyd Aéreo Boliviano y luego pasó a la famosa empresa Qatar Airways, donde permaneció 10 años, antes de recalar en LaMia, la compañía de la que también era socio.
Por último, Quiroga dijo ante el periódico que en su extensa carrera no había tenido accidentes significativos.
"Tuve varias emergencias y un accidente cuando recién empecé a volar, en el que terminamos en un pantano en el Beni en un panzazo. Después he tenido varias emergencias, porque eran aviones viejos. En el LAB, una vez hemos aterrizado y se nos ha cruzado una vaca y hemos terminado fuera de la pista. No hemos tenido casi nada que te pueda decir que me ha asustado", concluyó.