Quebracho, ¿cumplirá con su amenaza de incendiar Buenos Aires?

Te recuerdo lo que dijimos hace justo un año desde este mismo espacio. Fue un mensaje de Fernando Esteche al "cuervo" Larroque, el jefe de "La Cámpora" y algo así como quien maneja por lo bajo las actividades de ese grupúsculo que presume de izquierda pero siguen indicaciones de operadores kirchneristas  (las tareas más sucias que no puede hacer "La Cámpora" se la tercerizan a Quebracho, por caso, las protestas filo nazis contra la Embajada de Israel).

El Tribunal Oral Federal sentenció la prisión por acumulación de causas contra Fernando Esteche, y él mismo se encargó de decirle a Larroque: "Si voy en cana, Quebracho incendia Buenos Aires".

El jefe de "La Cámpora" hizo lo que pudo, pero ya los jueces no están para ser presionados como en otros tiempos y empiezan a tomarse la libertad de desoír las sugerencias o pedidos específicos del poder político. Algo parecido le sucede desde hace tiempo a Roberto Dromi -el ex Ministro privatizador de Menem y ahora socio con Julio de Vido en el negocio de importar GNC por 2400 millones de dólares anuales-. Un incidente familiar llevado a Tribunales ya no se soluciona ni con dinero ni lobbys de influyentes (Jorge Anzorreguy o el ex Jefe de La Policía Federal, el comisario Adrián Pelachi). De a poquito, a paso de tortuga, algo está sucediendo con los jueces que ya no se dejan presionar como antes. Es brutal lo que nos dijo un integrante de la llamada "familia judicial", pero también ilustrativo: "Al menos Carlos Menem utilizaba influencias y dinero para tener un Poder Judicial a su antojo. Pero algunos kirchneristas quieren presionar pero no aparecen los billetes. Y eso ya tiene un límite".

Las amenazas de Diana Conti desde el Consejo de la Magistratura a los jueces que no la obedecen causan tanto miedo como los films de terror de la época de Freddy Krueguer o "Chucky", nadie ya las toma en serio, o al decir del filósofo neo aristotélico Leonardo Fariña: "Quieren ficción, les doy ficción".

Así fue como un año largo Fernando Esteche eludió ir preso después de la decisión del TOF. Y "Quebracho" estuvo casi desmovilizado hasta ahora.

Hace horas que Esteche ya está en la cárcel (preso VIP, comodidades extraordinarias y algo más sin tener que abonarlas como cualquier otro recluso que requiera -por izquierda-  esos lujos de tener celular y más),  y hay una comisión de la Secretaría de Derechos Humanos abocados a cuidarlo y darle todas las necesidades que requiera. En el antiguo lenguaje del turf se le llamaba a eso: tenerlo entre algodones (los caballos con dolencias tenían lugares acondicionados con algodones para que no sufrieran esos matungos mientras se los recuperaba, por el simple hecho que valen millones de dólares en las plazas internacionales si son buenos corredores).

Esteche lanzó una serie de amenazas nuevamente cuando la Corte Suprema dejó firme la condena del TOF 3, rodeado de Gabriel Mariotto y Luis D´Elía.

El jueves por la mañana la banda de Esteche lanzó su primera ofensiva para cumplir esa amenaza de quemar Buenos Aires, en el Congreso y bajo la excusa de las elecciones en la UBA. De ahora en más, cualquier bondi los deja bien a los "quebrachos" para cumplir la amenaza de su jefe preso.

Sergio Berni hace esfuerzos denodados porque un diciembre caliente trae las peores reminiscencias y el recuerdo de cómo terminó aquel helicóptero huyendo de la Casa de Gobierno está aún en las retinas de los argentinos.

Los saqueos VIP en Córdoba (eso de robar perfumes y desodorantes en vez de alimentos ya forma parte de la esquizofrenia argentina) y otros posibles disturbios que aparecen en informes de inteligencia que se manejan en Presidencia de la Nación alarman demasiado como para sumarle a eso las amenazas de Esteche de incendiar Buenos Aires.

Ya no se trata si son distritos manejados por opositores u oficialistas, la idea que el vandalismo se apodera de la Argentina es demasiado fuerte, pero así son las cosas.

Cada motivo de protesta de aquí en más, Berni teme que ocurra como en la Plaza del Congreso de horas atrás. Esteche tiene una personalidad muy violenta, irracional, se junta con quien sea y de su boca sólo se escuchan amenazas de apocalipsis, se siente feliz en ese ámbito y ni siquiera su clan familiar íntimo lo llama a la reflexión.

¿Mariotto y D´Elía no lo pueden convencer que baje los decibeles o que la Justicia lo excarcele con cualquier motivo? Ya no. Al  piquetero millonario ya no lo quieren ni en la comunidad árabe a la cuál decía defender. Un colegio y una galería sitos en Bogotá al 3400 de CABA está teniendo problemas serios por denuncias varias, y la indicación que recibieron en ese espacio es no contactar para ninguna emergencia a Luis D´Elía, es algo así como "persona no grata" en la colectividad.

Así están las cosas con Esteche preso. Larroque ya lo ignora, "La Cámpora" en una guerra interna con sectores kirchneristas que ya no los quieren y ese monstruo que se les va de las manos a los propios oficialistas. Berni no puede solo con tantos incendios. ¿Y el resto de los organismos de seguridad? Como se dice en las encuestas: "No saben/no contestan".